Llegaron los Celtics al Philips Arena de Atlanta con ausencias importantes.
A las bajas por lesión de Rondo, Allen y Pietrus, se unieron las de Pierce y Garnett, ya que Doc Rivers decidió darles descanso pensando ya en los PO.
Los verdes salieron al parqué con un peculiar quinteto; Bradley, Dooling, Pavlovic, Bass y Stiemsma para afrentarse a unos Hawks que pueden ser rivales de primera ronda en PO y que con la derrota sufrida contra ellos, dispondrán con casi toda seguridad del factor cancha.
Todo apuntaba a una victoria fácil de los Hawks, que salía con todo lo que tenía, a excepción de las bajas por lesión de Al Horford y Pachulia, pero estos Celtics, sin sus mejores jugadores, dieron la cara y pelearon el partido hasta el final, demostrando tener carácter, defendiendo como se merece esta camiseta.
Avery Bradley se echó el equipo a la espalda, anotando 28 puntos, su máxima anotación desde que esta en la NBA, con un 50% es sus tiros de campo. Y es que Avery no para de crecer partido a partido.
A él se le unió un sorprendente Dooling anotando 17 puntos, con un gran acierto en el tiro; 7-10, incluidos tres triples en cuatro intentos.
A quién se le echó de menos fue Brandon Bass que se quedó en 10 puntos, fallando muchos tiros de los que nos tiene acostumbrados a anotar.
Los rookies Moore y JuJuan disfrutaron de minutos, aportando 5 y 4 puntos respectivamente.
La nueva incorporación de los Celtics, Sean Williams, pudo disfrutar de poco mas de tres minutos de juego, en los que no tuvo ocasión de lanzar a canasta, pudiendo aportar solamente un rebote.
Esta derrota nos aleja de tener el factor cancha en primera ronda, y hace que los propis Hawks se postulen como nuestro rival en dicha primera ronda.
A los Celtics les quedan dos partidos para acabar la temporada regular frente a los Heat y los Bucks, con toda probabilidad de que Doc Rivers siga dando descanso a las piezas claves del equipo.