HISTORIA
Somos un grupo de marines coloniales que tiene que ir en busca de un comando desaparecido. Al más puro estilo Doom o sobre todo con un aire más que notable a la segunda película de James Cameron Aliens El Regreso. Estética futurista, un arsenal de armas y testosterona militar para parar un tren. Algo que puede parecer tópico y que de hecho lo es, para un first person shooter aun más tópico y típico en el mundo de los compatibles. Y es que esta nueva vuelta de tuerca no hace sino engrosar el género con algo que a priori iba a ser muy grande y que se ha quedado a medio camino entre la mediocridad y escepticismo.
Ninguna de las armas de fuego son divertidos de usar…. KOTAKU
GRAFICOS
Los efectos de luces, curiosamente son mejores en la versión demo que pudimos ver del título que en la versión final que se nos ha mostrado y que se está comercializando. Algo incomprensible y a todos luces inexplicable, así como los efectos de humo y la incidencia de las antes mencionadas luces sobre ellos. Explosiones a la altura del betún (muy parecido a Terminator Salvation The Videogame), animaciones algo artificiales y un largo sin fin que hacen que el apartado gráfico no sea su punto fuerte.
Una pena. Ya daba igual el potencial que tuviera Aliens Colonial Marines, está claro que Gearbox no ha estado nada fina. Ni en el diseño ni en el lado técnico…. GAMEREACTOR
JUGABILIDAD
un aspecto gráfico muy desfasado, con animaciones, físicas y texturas bastante pobres, una inteligencia artificial muy deficiente, tanto en los xenomorfos como en los humanos…. VANDAL
PRENSA ESPECIALIZADA
EUROGAMER 3/10
VANDAL 6/10
GAMEREACTOR 5/10
VALORACION PERSONAL
Un juego que por desgracia roza el más absoluto fracaso y que se estanca y se encuentra cómodo en la mediocridad en la que está inmerso de lleno. Cierto es que la jugabilidad mejora con el paso de los niveles, pero siempre pesarán mucho más lo fallos de este flojo título que las virtudes que tienen cabida en él. Sin duda con un poquito más de esfuerzo y unos valores de producción algo mayores se podría haber hecho por fin un juego digno del nombre que lleva en su portada, pero todo se ha quedado de nuevo en un quiero y no puedo.