5. ¿Metajuego como enemigo o como herramienta útil?
El metajuego va a estar ahí lo quieras o no, te guste o no. Lo mejor es tratar de esquivarlo mientras se pueda, pero cuando veas que no lo vas a poder evitar, trata de usarlo en favor de la diversión. Si anticipas que cabe la posibilidad de que tus jugadores reconozcan rápidamente un elemento del juego por cierto rasgo característico, plantéate la posibilidad de descolocarlos razonando una alternativa a dicho rasgo característico que no responda a lo que la voz del metajuego sugiere. Planta indicios que disparen el "cerebro meta" de los jugadores para inducirlos a conclusiones erróneas, a planteamientos inexactos, hasta alcanzar el momento climático en el que descubran la verdad. Bien empleada, y sin abusar, es una de muchas formas para conseguir sorprender a tus jugadores y plantearles un reto intrigante y emocionante.