El papa Francisco, líder espiritual de 1.200 millones de católicos, desafió al Congreso de Estados Unidos y por extensión a la nación más poderosa de la historia a quebrar el círculo de polarización y parálisis para finalmente usar su poder para curar las “heridas abiertas” de un planeta desgarrado por el odio, la codicia, la pobreza y la contaminación.
Via:: Uruguay