Por : Corridori Merino
Un personaje de ficción, de película, pero hay alguien que es muy real y emprenderá una locura similar.
Forrest Gump película de 1994, describe un nativo de Alabama que sufre un leve retraso mental y motor, esto no impidió ser parte de muchos momentos transcendentales en la historia de Estados Unidos, incluso se muestra como por mera tristeza un día sin pensar se echa a correr, esto le llevó:–Como él decía, 3 años, 2 meses, 14 días, 16 horas-
Esta es una de las historias del argentino Martín Rodríguez.
Mi nombre es Martín Rodríguez, tengo 24 años, vivo en Tandil, provincia de Buenos Aires Argentina, soy Profesor en Educación Física, hace cinco años que enseño fútbol y hace tres que trabajo en una ONG dedicada a niños con problemas económicos y sociales. Toda la vida me dediqué al fútbol, pero siempre sentí ganas de poder correr, cuando finalmente dejé de jugarlo… -El running pasó de ser un deporte a un estilo de vida- Un día tuve un sueño; –soñé que corría por varias ciudades– lo recuerdo tan bien que fue un 28 de agosto del 2014, así desperté con la ilusión de poder unir a toda Argentina a través de correr, a partir de ese momento mi vida empezó a cambiar y todos los días lucho para hacerlo realidad.
El trabajar en una institución donde se reciben constantemente donaciones, me llevó a darle un enfoque solidario a mi sueño, y sinceramente no hay nada más lindo que poder ayudar haciendo lo que a uno le gusta. Por esta razón la idea principal es: -Transformar los más de 5000 kilómetros que voy a correr en litros de leche, alimentos no perecederos y artículos escolares- El sueño arrancó tratando de sumar sponsors que me ayudaran a solventar gastos del viaje, conseguir transportes que lleven los alimentos a lo largo del país, y sobre todo para poder encontrar un acompañante que esté conmigo los casi 8 meses de duración que tiene el Desafío Solidario, dándoles seguridad a todos mientras esté corriendo; -A veces las cosas no suceden como uno quiere, y en mi caso se empezaron a complicar-Sin fondos pero con mucho entusiasmo tuve que decidir cómo hacerlo, tenía dos caminos; resignarme o seguir luchando por mi sueño, y sin duda no había mucho que pensar… -Los sueños están hechos para cumplirlos- Voy a correr solo, durante 8 meses, avanzando aproximadamente 25 kilómetros diarios, llevaré una mochila con mudas de ropa y la comida necesaria, junto con la carpa y la bolsa de dormir, acampando en lugares propicios al costado de la ruta, y descansando en las distintas ciudades que cruzaré.
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