Desahucios a gogo

Publicado el 03 diciembre 2010 por Ciberculturalia


En el primer semestre de 2010 han sido desahuciadas casi 52.000 familias, al ser ejecutadas sus hipotecas. En total del 1 de enero 2008 al 30 de junio 2010 son 203.980 hogares los que están afectados por el desahucio.

Gravísimo problema social al que el Gobierno debiera dar una solución solidaria y urgente.
La legislación contempla que cuando una persona no puede abonar sus letras al banco, embarga la vivienda y la pone a subasta. Si la deuda supera el valor del inmueble subastado, el afectado por el desahucio, además de quedarse sin casa tiene que seguir haciendo frente a la deuda más los intereses de la misma. Recordar que, por regla general, los inmuebles en subasta suelen venderse muy por debajo del precio de compra.

Este ciudadano desahuciado, normalmente llega a esta categoría porque previamente ya está dentro de la otra categoría de "parados". Va acumulando puntos negativos: "no trabajo," "no casa", en cuanto se descuide también "no comida"...
Los simpáticos ejecutivos bancarios, que le animaron para suscribir la hipoteca, ahora, gracias a sus malas y arriegadas artes, están con el agua al cuello y  necesitan urgente  liquidez por tanto tienen orden de ejecutar y ejecutar y ejecutar... hipotecas concedidas tan amable e irresponsablemente. 

La izquierda parlamentaria, y con ello me refiero a los grupos a la izquierda del centrista PSOE, han sugerido como solución "la dación en pago de la vivienda como una fórmula de satisfacción por el impago del préstamo bancario".

El ministro Blanco, el de  Fomento, saltó de su asiento cuando oyó semejante propuesta y señaló que semajante medida pondría en grave riesgo al sistema financiero. No aclaró si ese riesgo se refería al sistema español o también al sistema financiero internacional y planetario.
Al final, según me cuentan las cotillas de la villa y corte, los "mercados financieros" le han contado al Gobierno  que la culpa de esta crisis mortal que nos asola  la tienen los parados y desahuciados que coinciden, la mayoría de las veces, en el mismo cuerpo serrano.
Ay! señor, señor, porco mondo!