Las fusiones de las cajas de ahorro catalanas sacan humo. Ayer a última hora de la tarde, las asambleas de las seis entidades implicadas en los dos procesos, reunidas en diferentes localidades pero a la misma hora, aprobaron sus respectivas hojas de ruta. Ya no hay vuelta atrás después de las decisiones de las Asambleas ya que éstas son soberanas.
Por un lado, Caixa Sabadell, CaixaTerrassa y Caixa Manlleu, consolidaron su proceso de crear una nueva entidad, conocida como Unnim Caixa, después que un cuarto integrante, Caixa Girona, decidiera no continuar en la integración, debido a presiones desde instancias políticas. Unnim nacerá con un volumen de activos en torno a los 27.500 millones de euros, mientras que los depósitos administrados serán de 25.500 millones con una inversión crediticia de 21.500 millones. La entidad que nazca solicitará al FROB unos 350/400 millones de euros, aproximadamente el 2% de los activos en riesgo. Tiene previsto devolver esa cantidad en tres o cuatro años (el plazo máximo es de cinco) a lo sumo para recuperar la independencia ya que durante ese período el Banco de España estará especialmente vigilante con las entidades que hayan decidido optar por esta vía de ayudas.
Unnim será presidida por el hasta la fecha máximo directivo de Caixa Sabadell, Salvador Soley. El director general recaerá en Enric Mata (Caixa Terrassa), el de mayor antigüedad de los tres mientras que Jordi Mestre (Caixa Sabadell) será director general adjunto.
Narcis Serra no sigue
La segunda fusión es la acordada entre Caixa Catalunya (dependiente de la Dipuntación de Barcelona), Caixa Tarragona (propiedad de la Diputación local) y Caixa Manresa, de ámbito privado, la de menor dimensión de las tres. Hay que apuntar que Caixa Girona (también de titularidad pública) se había acercado inicialmente a este proceso para rápidamente descartarlo apostando posteriormente por el proyecto de Unnim aunque finalmente también lo abandonó.
La fusión, aún sin marca conocida, pretende ser plenamente efectiva antes de fin de año según los planes del nuevo director general, Adolf Todó (Caixa Catalunya), que proviene de Caixa Manresa donde había ostentado el mayor cargo ejecutivo de la entidad. Gracias a estos lazos y conocimiento e los equipos de esta entidad que tenía Todó ha sido posible el acuerdo. Por otro lado, el hasta la fecha presidente de Caixa Catalunya, Narcis Serra, que se habñia postulado como presidente de la entidad fusionada, ha perdido el pulso y no será renovado. El nuevo presidente deberá salir de entre los miembros del consejo de administración propuestos por la Diputación de Barcelona. Antonio LLardén, presidente de Enagas y vicepresidente de C. Catalunya, cuenta con muchos números.
El plan de negocio de la nueva entidad plantea para los próximos años, un recorte del 30% en el número de oficinas, quedando en 1.250, y la reducción de la plantilla resultante en 1.300 personas quedándose con 7.600 empleados. Además, ha decidido solicitar al FROB un crédito por valor de 1.250 millones de euros.
Ambos procesos que cuentan con el beneplácito del Banco de España y la Generalitat de Catalunya (la Ley catalana de ‘Caixes’ así lo exige), tienen planteado empezar a funcionar prácticamente como una sola unidad a partir del próximo mes de julio aunque el proceso legal puede demorarse medio año.
Finalmente el mapa resultante de ‘caixes’ será diferente con solamente seis players... de momento. Si dejamos aparte a la Caixa de Pensions que juega en otra dimensión, las tres cajas que aún no han decidido su futuro deberán acelerar sus procesos de fusión, presionadas por el Banco de España para cerrar el mapa antes del verano.
Caixa Penedés, la más grande de ellas, tiene convocada su asamblea ordinaria para el próximo día 20. No es previsible que antes de esa fecha se tome ninguna decisión aunque su director general, Ricard Pagés, tiene encima de la mesa cuatro ofertas. Previsiblemente se decantará por una opción con cajas de otras comunidades para evitar duplicidades territoriales.
Mucho más caliente pareceré estar el proceso de Caixa Laietana que podría avanzar una solución definitiva esta misma semana. Por su parte, Caixa Girona es la que dispone de menos opciones y podría verse obligada a aceptar una imposición desde arriba.