Hay que saber que buena parte de lo que vemos con nuestros ojos en el plano material, fue pensado antes, es decir, estuvo primero en una dimensión mental, antes de escenificarse en lo físico. Esto nos permite comprender la inefable importancia de la mente y el pensamiento. Analizando esto llegamos a un nuevo punto, y este es: ¿Qué sucede cuando damos una apertura a nuestro espacio cognitivo y nos consentimos ser más profundos en nuestro desarrollo mental? Responder este interrogante significa posicionarnos en un punto de mira reflexivo, en el que nos permitamos cuestionar todo lo que hemos aprendido y nos rodea, con la plena intención de mejorar, de obtener mejores resultados, de tener mayor calidad y de enfrentarnos a la vida siendo más conscientes de todo.
Teniendo en cuenta estos nuevos caminos y senderos en los que nos orientamos, es básico precisar que es el pensamiento autónomo, el pensamiento crítico, el pensamiento reflexivo y el pensamiento divergente.
Pensamiento autónomo: Es aquel pensamiento que procede de una estructura mental coherente y propia al individuo. Puede estar inmerso en contextos, pero se permite ir más allá de eso y se forma de manera precisa, ligado a las construcciones propias, se permite pensar y analizar el entorno y propiciar saludad lógicas a diversas problemáticas. En este el individuo se piensa así mismo y por ende, no está en estado de interpretado, es decir, no repite información que escucha sino que la analiza, la cuestiona, la objeta y forma un criterio propio, audaz y sagaz frente a todo. Está en capacidad de formar ideas coherentes, bien argumentadas y guiadas bajo una lógica clara. Es una existencia autentica que es capaz de reflexionar y forjar opiniones propias y que no son fácilmente influenciadas por factores externos. Esta autonomía aprueba la combinación del pensamiento con la acción y las emociones de manera equilibrada.
Pensamiento crítico: Es aquel pensamiento en el que la duda, el cuestionamiento y el análisis sopesan todas las estructuras mentales. Se indaga sobre lo que es considerado verdadero y se fomentan la evaluación constante y el razonamiento, sobre todo, por más simple que parezca. La observación, la experiencia e incluso el método científico son herramientas claves en las dinámicas que se gestan en este ordenamiento ideológico. El pensamiento crítico se preocupa por los prejuicios, la distorsión y la parcialidad ya que los considera enemigos de los procesos de entendimiento que nos llevan a opinar, asegurar o negar algo. En este tipo de pensar se analiza incluso elementos como el propósito, las preguntas, la información, los conceptos, las inferencias, las suposiciones, las implicancias y los puntos de vista como factores a tener en cuenta si se desea ahondar en el punto naciente de toda nuestra mente y percepción. Se debe llegar a la comprensión de las realidades y precisar si es correcta o incorrecta una acción, eventualidad o cualquier proceder. Para esto se fundamenta todo bajo estándares que son: la claridad, la certeza, la profundidad, la amplitud, la justicia, la precisión, la relevancia, la significancia y la lógica. Se deben usar premisas que nos lleven a resultados certeros y bien argumentados que propulsen a su vez más escenarios donde el pensamiento crítico tome un lugar trascendental, es decir, que no acaba.
Pensamiento reflexivo: Es aquel pensamiento en el que un tema o varios toman trascendencia en nuestra mentalidad y son pensados uno y otra vez con la finalidad de inducirnos a sus problemáticas o beneficios, y sus posibles consecuencias. Es decir, es el pensar detenidamente, fijándose en todo lo concerniente al hecho o eventualidad en cuestión y determinar los resultados que pueden devenir de las decisiones que tomemos y su incidencia en nuestro entorno o realidad en general. El reflexionar implica una introspección, adquiriendo conocimiento de nuestras propias vivencias y estados mentales, es un proceso cognitivo y emotivo.
Pensamiento divergente: Es aquel pensamiento que expone ideas creativas que lleven a diversas soluciones de un mismo problema. Este explora las posibilidades sobre las cuales puedan consignarse respuestas adecuadas y alternativas a una dificultad. Para el pensador divergente podemos reconocernos como capaces de resolver lo que nos suceda con cautela, precisión y sabiendo que no hay que centrarse en un solo punto sino en varios para proceder a una respuesta. En este sentido podemos abrirnos a analizar y escuchar a los demás, y tomar diversos rumbos o búsquedas para llegar a un buen término. En otras palabras, este pensamiento es la capacidad de poder resolver un problema de distintas maneras.
Es necesario saber cómo logramos que se propicie el desarrollo del pensamiento autónomo, crítico, reflexivo y divergente. Diversos expertos nos han dejado aportes sobre el tema y es muy pertinente vincularlos a este escrito. Para académicos de la Universidad de los Andes, la mejor forma de promover el pensamiento autónomo y crítico en espacios como un aula es forjar desde la planta docente espacios que fomenten un cambio de las políticas y metodologías pedagógicas clásicas, a un plano de investigación e innovación en la que se potencie en los estudiantes ese grado de enganche y atracción por su capacidad de pensar más allá de lo genérico, los expertos argumentan que no es sencillo desarrollar este enfoque, pero que sin dudas es a su vez la herramienta más valiosa para lograr ese cometido.1En el ámbito más general y no ligado a una escuela, ese pensamiento autónomo se desarrolla con lectura, con análisis y siempre con la convicción de formarnos un criterio propio, que provenga de nuestras experiencias en la vida, conocimiento y aprendizaje en general.
El pensamiento crítico se desarrolla también, según gran cantidad de eruditos en el tema, con un crecimiento intelectual que provenga de elementos como la filosofía, ya que nos ayuda a pensar más allá de lo obvio o superfluo, encaminándonos a la profundidad del ser y guiándonos por un cuestionamiento absoluto que nos conecte con todo lo que somos y lo que nos rodea. Para el Ph.D. Ángel Villarini, de la Universidad de Puerto Rico, este se potencia con procesos adaptativos de la persona, procesamiento de información, construcción de conocimiento y metacognición.2En la siguiente gráfica, publicada en un artículo académico de este autor, apreciamos este de forma clara:
Fuente: Villarini A. Teoría y pedagogía del pensamiento crítico.
El autor propone además un modelo de desarrollo del pensamiento crítico basando en tres fases: la exploración, la conceptualización y la aplicación. Durante estos tres momentos se pueden analizar situaciones y problemáticas que son solucionadas aplicando el conocimiento construido, las destrezas y actitudes gestadas durante el proceso.
En cuanto al pensamiento reflexivo, la mejor forma de acrecentarlo es con una constante retroalimentación de lo que creemos ser y no ser, de lo que aprendemos y de la manera en la que integremos nuestra realidad a la capacidad mental de enfatizar en un mismo hecho la necesidad de exploración, de determinación y de hallar diversos caracteres en el advenimiento de parámetros sociales que van más allá de lo primero que veamos o asimilemos como tal.3Para la autora Claudia González, este tipo de pensamiento se forma desde instancias pedagógicas y se evidencian en palabras, actitudes y conductas, a su ver este pensar conlleva a procesos de aprendizaje más amplios y profundos.4
La potenciación del pensamiento divergente, es el último de los puntos a tratar, este pensar se ejecuta en mejor medida con la creatividad como elemento fundacional, ligado a la inteligencia, la personalidad, la cultura y la motivación. La experta Elisa Álvarez plantea que: “A través del pensamiento divergente, la creatividad puede plasmarse tanto en la invención o descubrimiento de objetos y/o técnicas, en la capacidad para encontrar nuevas soluciones modificando los habituales planteamientos o puntos de vista; o en la posibilidad de renovar antiguos esquemas o pautas”.5Esta creatividad inherente a este tipo de pensamiento puede cimentarse en la fluidez, la flexibilidad, la originalidad, la redefinición, la penetración y la elaboración. La Dra. Carmen Jiménez postula que esta es una habilidad para pensar en las cosas holisticamente para pasar
después a comprender sus partes, es un impulso natural a explorar ideas y un desafío o reto ante lo convencional, significando una independencia de pensamiento.
En conclusión, podemos afirmar que el pensamiento es toda una estructura mental de dimensiones colosales, puede llevarnos a la asertividad, a la precisión y a la construcción de un conocimiento que no sea ajeno a las realidades, pero que a su vez explora respuestas, argumenta, es autónomo, reflexiona crítica y está en pro de ir más allá de lo aparente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Álvarez, E. (2010). Creatividad y pensamiento divergente. Desafío de la mente o desafío del ambiente. Interac. Bilbao, España.
González-Moreno, C. X. (2012). Formación del pensamiento reflexivo en estudiantes universitarios. magis, Revista Internacional de Investigación en Educación, 4 (9), 595-617.
León, F. (2014). Sobre el pensamiento reflexivo, también llamado pensamiento crítico. Propósitos y Representaciones, 2 (1), 161-214. doi: http://dx.doi.org/10.20511/pyr2014.v2n1.56
Mejía, J. Orduz, S y Peralta, M. (2006) ¿Cómo formarnos para promover pensamiento
crítico autónomo en el aula? Una propuesta de investigación acción apoyada por una herramienta conceptual. Revista Iberoamericana de Educación. Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia.
Villarini Jusino, Ángel R. et al. (1988). La enseñanza orientada al desarrollo del pensamiento. San Juan, Puerto Rico: Proyecto de educación liberal-liberadora.
Villarini Jusino, Ángel R. (1991). Manual para la enseñanza de destrezas de pensamiento. San Juan, Puerto Rico: Proyecto de educación liberal-liberadora.
Villarini Jusino, Ángel R. (1992). El pensamiento crítico y lo afectivo. San Juan, Puerto Rico: Biblioteca del Pensamiento Crítico
Villarini Jusino, Ángel R. (1993). La enseñanza orientada al desarrollo del pensamiento, según Eugenio María de Hostos. San Juan, Puerto Rico: Biblioteca del Pensamiento Crítico
Villarini Jusino, Ángel R. (1991). Manual para la enseñanza de destrezas de pensamiento. San Juan, Puerto Rico: Proyecto de educación liberal-liberadora.
Villarini Jusino, Ángel R. (2003). Teoría y pedagogía del pensamiento crítico. San Juan, Puerto Rico: Proyecto de educación liberal-liberadora.
BASES DE DATOS CONSULTADAS
El Libro
Ebsco
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Redalyc
1Mejía, J. Orduz, S y Peralta, M. (2006) ¿Cómo formarnos para promover pensamiento
crítico autónomo en el aula? Una propuesta de investigación acción apoyada por una herramienta conceptual. Revista Iberoamericana de Educación. Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia.
2Villarini Jusino, Ángel R. (2003). Teoría y pedagogía del pensamiento crítico. San Juan, Puerto Rico: Proyecto de educación liberal-liberadora.
3León, F. (2014). Sobre el pensamiento reflexivo, también llamado pensamiento crítico. Propósitos y Representaciones, 2 (1), 161-214. doi: http://dx.doi.org/10.20511/pyr2014.v2n1.56
4González-Moreno, C. X. (2012). Formación del pensamiento reflexivo en estudiantes universitarios. magis, Revista Internacional de Investigación en Educación, 4 (9), 595-617.
5Álvarez, E. (2010). Creatividad y pensamiento divergente. Desafío de la mente o desafío del ambiente. Interac. Bilbao, España.