A los 3 años los niños ya nadan con facilidad, unos más patosos que otros, pero ya caminan con desenvoltura. Al realizar esta actividad les proponemos el reto de andar sobre una cinta pegada en el suelo sin perder el equilibrio. Se trata de fomentar el equilibrio, la coordinación y los movimientos simples de todo el cuerpo mientras nos divertimos un rato.
Al trabajar con este tipo de actividad ayudamos a nuestros hijos a:
- Desarrollar su equilibrio y coordinación.
- Aumentar la coordinación ojo-pie.
- Perfeccionar y favorecer el desarrollo de los movimientos simples de todo el cuerpo.
- Desarrollo del equilibrio y la coordinación.
Materiales:
- Espacio en el suelo.
- Cinta adhesiva de colores.
Cómo se realiza:
- Despejar la habitación o pasillo de modo que quede libre de obstáculos.
- Trazar en el suelo una línea con cinta adhesiva.
- Primero empezaremos con una línea recta, pero luego complicaremos el ejercicio haciendo curvas y espirales.
- Se trata de que el niño ande por la línea que hemos trazado, su "cuerda floja".
- Podemos empezar nosotros, los adultos o un hermano mayor para que vea cómo se juega. Importante ¡No salirse de la raya!
- Después la toca al niño. Mira si puede seguir la cinta mejor que tú.
Sugerencias:
- Es importante que nuestro hijo realice esta actividad cuando tenga ganas para hacerla, motivado y relajado.
- Si no consigue andar sin perder el equilibrio le podemos ayudar cogiéndole de la mano.
- No pongas cinta adhesiva en superficies que puedan resultar peligrosas. Si el niño no puede mantener el equilibrio, pon la cinta cerca de la pared para que pueda apoyarse en ella.
- También es una buena idea pedir que se autoevalue después de realizar la actividad, poniendo dibujando una cara en función de cómo cree que lo ha hecho.