Un comunicado conjunto con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), el Departamento indicó que se trata de la mayor operación llevada a cabo en EE.UU. contra una "botnet", una red en la que piratas informáticos se hacen con el control de un gran número de ordenadores a través de virus que infiltran programas espía.
Como resultado, trece personas han quedado detenidas bajo cargos de fraude bancario, intercepción ilegal de comunicaciones electrónicas y fraude en transferencias.