Revista Boda

Desastres que Pueden Ocurrir en la Ceremonia... y Sus Soluciones

Por Aranchawp @MeigayCaldero
Como wedding planner os voy a hablar desde la experiencia acumulada durante más de 14 años: en la boda pueden ocurrir desastres de todo tipo. Incluso si la planificación ha sido perfecta, pueden surgir problemas (y casi con toda seguridad surgirán); desde los casi insignificantes a los que alcanzan proporciones épicas. Aunque lo importante no es evitar que estos imprevistos surja, que también, sino saber solucionarlos de forma eficaz.


Estos problemas pueden ocurrir en todos los pasos de la boda. Desde los que tengan que ver con el vestido (ya le dedicaré un post a ello), hasta los que puedan suceder durante la recepción. Y también durante la ceremonia. Y los inconvenientes que ocurran en ese momento se amplifican, porque tiene una carga emocional alta y también porque es el primer contacto tanto de vosotros como de los invitados con el hecho en sí de la boda. Que la cremallera del vestido se atasque cuando la novia se está vistiendo es una pesadilla, pero no deja de ocurrir antes de la boda, no cuando ya ha comenzado. Además, arreglar una cremallera es algo que puede hacerse antes de llegar al altar, con una aguja, hilo y algo de maña; pero cualquier imprevisto que suceda en plena ceremonia se nota, y mucho.


Por eso es importante conocer algunos de los desastres más frecuentes durante la ceremonia de boda y, sobre todo, cómo solucionarlos (casi) sin despeinarse. ¿Me acompañáis?


Desastres que pueden ocurrir en la ceremonia... y sus soluciones


La ceremonia está prevista en el exterior... y se pone a llover


La mejor solución es la prevención. Mi consejo de oro es que consultéis al responsable del espacio qué plan suelen tener previsto en caso de lluvia. En la mayor parte de los casos es una circunstancia para la que tienen una solución satisfactoria. Si es así, no tendréis que preocuparos de más, puesto que si amenaza lluvia o incluso si comienza a diluviar sin previo aviso, sabrán cómo responder. Si contáis con una wedding planner, no os tendréis que preocupar por ello, puesto que desde el comienzo de la planificación lo habrá previsto.


En caso de que organicéis la boda por vuestra cuenta y en el espacio no os den un plan B, lo ideal es buscar una alternativa vosotros. Puede ser desde contratar una carpa (tiene un coste importante, eso sí), a tener a mano unas sombrillas o entoldados que se puedan montar rápidamente. Aunque lo ideal es utilizar un espacio construido en el que os podáis poner a cubierto, tanto vosotros como la mesa de ceremonias, el equipo de sonido, la decoración... Si hay un porche, un salón vacío o un invernadero os puede servir de refugio.


Si en la previsión meteorológica se promete lluvia, tendréis que disponer paraguas y paragüeros para los invitados. Así podrán salir y entrar de la zona de ceremonia sin mojarse.


Novios besándose sobre el suelo mojado


O hace más calor o más frío del previsto


Esto se soluciona mejor a priori con una consulta a tiempo de la previsión meteorológica.


Si la ceremonia va a tener lugar a principios de la primavera o el otoño, lo ideal es tener previstos elementos que puedan servir para protegerse de las inclemencias del tiempo: mantas, estufas, paraguas...


En caso de que se celebre en verano, es importante contar con agua, parasoles, abanicos...


También podéis valorar acortar la ceremonia. Si las condiciones no son las mejores, es conveniente que tanto vosotros como los invitados estéis expuestos a ellas el menor tiempo posible.


Y si la temperatura es realmente desagradable, se puede poner en marcha el mismo plan alternativo que en el caso de lluvia.


El vehículo de cualquiera de los dos se estropea


Si el coche de la novia o del novio tiene una avería, podéis llamar por teléfono a un familiar que esté cerca y que se dirija también a la ceremonia para que os recoja. Si tenéis tiempo, podéis desmontar los arreglos con los que esté decorado el vehículo y ponerlos en el otro.


Pareja de novios delante de una furgoneta de tipo vintage


Otra opción de lo más socorrido es llamar a un taxi o un VTC para que os recoja. Quizás no sea tan glamuroso, pero es una opción muy práctica.


Incluso podéis llamar a la grúa para que os recoja... y os lleve a la ceremonia. No siempre lo hacen, pero en este tipo de casos, casi cualquiera arrima el hombro para que la boda se lleve a cabo.


Y en último extremo... siempre os queda el autostop. Ya sé que no está permitido por la DGT, pero a grandes males, grandes remedios.


El autocar de los invitados se avería


Podéis llamar a la empresa a la que le hayáis contratado el servicio de transporte para preguntar si os pueden enviar otro vehículo. Si es así y lo pueden solucionar rápidamente, sería la mejor solución.


Comprobad en el contrato del servicio si aparece este tipo de situaciones y su solución.


Si no os ofrecen autocar de reserva, únicamente os queda llamar a varios taxis o VTCs para que se encarguen del transporte de los invitados. No os saldrá barato, pero será eficaz.


El maestro de ceremonias no se presenta


Antes de contratar al oficiante, es conveniente que os informe de su plan B. Normalmente suelen tener un contacto de emergencia que se pueda encargar de la ceremonia. Os recomiendo que esta posibilidad quede plasmada en el contrato.


Tened en la agenda el número de otro maestro de ceremonias que pueda actuar como reserva.


Guardad como oro en paño el teléfono de una agencia a través de la que podáis contratar a un actor o actriz.


Tened hablado con algún invitado de confianza la posibilidad de que pueda ser el oficiante suplente en caso de que haya algún inconveniente.


Maestro de ceremonias sosteniendo el cojín de las alianzas y los novios deshaciendo las lazadas


Si no habéis sido previsores, siempre podéis pedirle a algún asistente que actúe de maestro de ceremonias. Incluso en caso de extrema necesidad podéis consultar con el responsable del espacio o del catering si alguien de su plantilla puede oficiar.


Y en último extremo, siempre podéis llevar a cabo la ceremonia vosotros mismos, dirigiéndoos el uno al otro, pronunciando los votos y dando paso a los invitados que vayan a participar. Si bien es cierto que ambos tendríais que tener facilidad para hablar en público y capacidad de improvisación, puede terminar siendo una ceremonia diferente e inolvidable para todos.


El DJ o los músicos no aparecen


Como en el caso del maestro de ceremonias, no está de más tener un par de números de otros profesionales que puedan hacerse cargo de la boda.


También es importante saber si el DJ o el grupo musical que hayáis contratado para la boda tienen otros profesionales que les puedan respaldar si es necesario.


Piano decorado con flores y una silla vacía delante del teclado


Un truco que os ayudará a salvar la situación es llevar toda la música que queréis que suene en la ceremonia (y el baile) en una lista de reproducción. Encontrar unos pequeños altavoces es más fácil que localizar a un DJ o unos músicos justo cuando estáis a punto de caminar por el pasillo nupcial.


Aseguraos que el el espacio en el que se celebre la ceremonia tienen un equipo de sonido disponible.


Aunque os cobren por su alquiler si lo necesitáis urgentemente, porque el disc jockey no ha aparecido, siempre será mejor que una boda sin micro si se va a celebrar en exterior y con muchos invitados presentes. Los hoteles y algunos otros espacios suelen tenerlos en alquiler para los eventos.


En ese caso, los únicos peros serán que el equipo esté disponible, que haya quien lo sepa manejar y que el precio no sea exorbitante.


La personita que va a llevar los anillos se niega en redondo a participar


Si la niña o el niño que iba a llevar las alianzas (o los pétalos, o el cartel de "Aquí viene la novia"...) no quiere hacerlo, lo mejor es no insistir, porque todo puede terminar en desastre. Cuanto más le presionéis, más se obcecará en no llevar los anillos. Y si al final cede, lo más probable es que lo haga de mala gana, que tenga una rabieta (con las alianzas en las manitas... OMG!) o que en mitad del pasillo se dé media vuelta y os deje compuestos... y sin anillos.


En caso de que el peque previsto no quiera llevar las alianzas, los pétalos o el cartel, podéis ofrecérselo a otro que esté más dispuesto.


Niña y niño llevando los pétalos y los anillos


Otra opción es que un adulto le acompañe por el pasillo nupcial hasta la mesa de ceremonias. Esto únicamente es válido si el niño no tiene miedo ni está en medio de una rabieta.


Podéis pedirle a un adulto de vuestra confianza que sea el portador de los anillos en su lugar. Una buena elección puede ser un buen amigo de la pareja, un hermano o incluso uno de los abuelos.


Estos dos últimos consejos, salvando las distancias, se puede aplicar si el que va a llevar los anillos no es un peque sino una mascota.


Los anillos no aparecen


Es una pesadilla que sucede, doy fe. Puede que el padrino se los haya olvidado en casa, que no podáis abrir la caja fuerte, que los hayan robado...


Si os dais cuenta con tiempo de que los anillos no aparecen, podéis consultarle al joyero si os puede facilitar otros para sustituirlos.


En caso de que os encontréis a punto de caminar hacia el altar y no tengáis los anillos, que no cunda el pánico, porque hay solución. Podéis pedirle a alguna pareja presente en la boda que os los preste (así cumpliréis con el "algo prestado"). Incluso podéis utilizar algún elemento que haga la función de las alianzas, como un alambres (en la deco seguro que hay alguno), un cordón, etc.


Y no os preocupéis si las alianzas prestadas no os entran completamente en el dedo, con que hagáis el gesto y el momento aparezca en la foto es más que suficiente.  
Novia sosteniendo los anillos de boda


Otra opción es sustituir el intercambio de anillos por otra ceremonia simbólica o entregaros el uno al otro cualquier objeto que pueda tener algún significado: unas flores, unas notas manuscritas..


Las alianzas se caen al suelo


No será primera vez en la que un anillo sale rodando por el suelo a la hora de tomarlos de la caja o del cojín, incluso mientras se intenta poner en el dedo de la pareja con dedos temblorosos.


Si esto sucede, os aconsejo pedir una alianza a otra persona, como en el caso anterior o buscar algún elemento que funcione como anillo.


Lo que no os recomiendo en ningún caso es poneros a buscar la alianza como si fueseis Gollum, levantando a todos los invitados de sus asientos para que os ayuden en la tarea. Se romperá el ritmo de la ceremonia y quedará totalmente deslucida. Ya buscaréis el anillo después.


Un invitado acaba por dar un espectáculo bochornoso con su discurso


Normalmente los invitados que desean participar en la ceremonia llevan su discurso preparado y lo hacen con dignidad y mucho cariño, pero a veces... la cosa se puede torcer. Los nervios pueden jugar una mala pasada al invitado, puede haberse pasado con las copas, quizás esté indispuesto y no sea capaz de hablar con claridad y coherencia, incluso puede haber una intención de arruinar el momento con la que no contabais.


El primer paso sería evitar que esto ocurra, y eso pasa por escoger con mucho cuidado a las personas que van a intervenir durante la ceremonia. Deben ser invitados a los que conozcáis bien, que os aprecien realmente, en los que confiéis mucho y que se desenvuelvan bien hablando en público.


Damas de honor riéndose


En caso de que incluso eligiendo a los participantes de forma rigurosa haya problemas, podéis tomar ciertas medidas. Si contáis con un maestro de ceremonias profesional y/o con una organizadora de bodas, sabrán salir airosos de la situación sin que os tengáis que preocupar por ello.


Si tenéis sospechas de que alguno de los participantes puedan dar un espectáculo, podéis hablar previamente con algún invitado de vuestra confianza que se haga cargo de la situación. Esta persona puede acercarse al atril y tomar la palabra con humor y cierta mano izquierda, de modo que el resto de los asistentes piensen que se trata de una intervención a dúo, aunque lo que esté haciendo realmente es neutralizar al patoso.


Otra opción es que esta persona de vuestra confianza le de la orden al DJ o a los músicos si es necesario para que le cierren el micrófono y pongan o interpreten algún tema musical, primero suavemente y luego subiendo el volumen. Así parecerá que la intervención ha finalizado.


En el último momento no os permiten lanzar confetti, arroz, pétalos...


En algunos espacios no permiten lanzar nada a los novios a la salida de la ceremonia. Si habéis previsto confetti, arroz, pétalos u otro tipo de elementos, hay solución.


Podéis preguntar si es posible lanzarlo cuando entréis en el lugar en el que se celebre el cóctel, a la entrada a la recepción o incluso durante vuestro primer baile. En muchos casos esta prohibición suele estar basada en la dificultad de barrerlo una vez terminada la boda o que sea contaminante si se va a celebrar en un espacio natural. Por eso es más probable que os lo permitan hacer en un lugar con un suelo un unas instalaciones que faciliten su limpieza.


Novios saliendo de la ceremonia mientras atraviesan un lienzo y les lanzan confetti


También podéis ofreceros (no vosotros, obviamente, sino alguien de vuestra confianza) a barrer los restos tras la boda.


Las bengalas o las bombas de humo están que arden...


Si vais a utilizar bombas de humo o bengalas siempre podéis correr el riesgo de que haya algún incidente. Alguien se puede quemar o se puede prender alguna prenda de ropa o la decoración.


El espacio debería contar con extintores suficientes para hacer frente a este problema, si no es así, siempre podéis tener al mano alguno de pequeño tamaño. No son muy caros y luego se pueden utilizar en el coche o dejarlos a mano en la cocina por si hubiese algún pequeño incendio.


Novios en la playa lanzando una bomba de humo de color azul

También es conveniente tener a mano un botiquín (en el espacio deberían tener uno disponible), por si hubiese algún pequeño accidente.


En cualquier caso, os recomiendo que antes de utilizar estos elementos que implican llama, chispas o humos consultéis con el responsable del lugar en el que celebréis la boda si os permiten usarlos.


Espero que nunca tengáis que sufrir ninguno de estos desastres el día de vuestra boda, pero si es así, al menos tenéis todas las herramientas para solucionarlos. O podéis contratar al equipo de ¿Quién dijo boda? para que se encargue de ello.


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La primera vez que apareció el post Desastres que Pueden Ocurrir en la Ceremonia... y Sus Soluciones fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
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