Si bien el ritmo en que los acontecimientos suceden precisa de ser más ágil y rápido en un film que en la novela, la dirección que sigue la película vendría vertebrada por la historia en presente del criminal Sally Tomato y la de amor entre Holly y su vecino Paul Varjak. Paralelamente en el mundo referido al texto, el observador/escritor suministraría sus experiencias desde dentro, a través de lo que ha vivido junto a Holly años atrás -o vive en el momento en el que rememora los hechos-, cuyo nombre real se sustituye por el del hermano de la protagonista, Fred, hasta la muerte de éste.
La trama se deconstruye a través del happy end interpretativo entre la encantadora Audrey Hepburn y el melancólico George Peppard, donde se descubre la condición para que la protagonista deje de escapar de sí misma y acepte su propia identidad; pasa de tratar sus relaciones esporádicas como beneficio económico a sentirse molesta con esa actitud. En la novela no se intuye este cambio debido a que Capote presta más atención a la caracterización que a la transformación de ella, y a pesar de la relación estrecha entre un hombre y una mujer solteros, rompe el cliché y prueba como la insignia “Holly Golightly viajera” identifica a ese ser salvaje (Lulamae), de espíritu libre (gato sin nombre), “protegido” de los peligros de una vida ajetreada por su medalla de San Cristóbal (patrón de los aventureros); mientras Paul,el lado más comprometido de los dos, porta un anillo con otra insignia, la de la estabilidad.