Amelia Carolina Sparavigna del Politécnico de Turín, percibió que el retrato estaba realizado con tiza roja y el texto con tiza negra. Sustituyó los píxeles negros por otros de color blanco. Posteriormente, cambió cada píxel para que adquiriera el color de los píxeles contiguos.
Después usó la herramienta de retoque fotográfico Iris, normalmente utilizada en imágenes astronómicas, para mejorar la resolución. Terminó usando GIMP para superponer la imagen obtenida con el autorretrato del anciano Leonardo. Gracias a ello concluyó que debido a las similitudes de la boca, la nariz y la distancia entre los ojos, se trata de Leonardo da Vinci.
De esta manera, en relativamente poco tiempo y gracias a los programas gratuitos, Sparavigna ha revelado un misterio centenario con un método que cualquier persona puede repetir en casa.
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