Descubren como los tumores engañan al sistema inmunitario.

Por Antoni Xavier Torres Collado @cienciaesfacil

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 Como ya hemos dicho en varios posts en este blog, el sistema inmunitario es la mejor medicina. Su manera de atacar sólo a lo peligroso y su especialización lo hacen insuperable. Y por estas mismas razones hay mucho interés en utilizarlo para luchar contra las enfermedades. Ya sea a través de las vacunas contra los virus o en utilizar a sus múltiples tipos de “soldados”, los linfocitos, para atacar los tumores.

El melanoma es uno de los tumores más estudiados para utilizar este tipo de terapia, llamada inmunoterapia, donde el fármaco es el sistema inmune. Es un tumor que, debido a los cambios de costumbres en las sociedades occidentales, ha visto como su número ha crecido en los últimos años. Además es un tipo de tumor que favorece la presencia de células del sistema inmune en su interior, una señal de que éste esta luchando contra el cáncer. Pero no siempre pasa eso.

La célula dendrítica. Fuente Wikipedia

Hay veces en que hay muy pocas células inmunitarias en el interior del melanoma. Y uno de los campos abiertos en la investigación es descubrir cuales son los métodos que utilizan los tumores para esconderse del sistema inmunitario. El pasado día 11 de mayo, científicos de la Universidad de Chicago en los Estados Unidos de América publicaron en Nature un nuevo método de escape de la vigilancia del melanoma. Para encontrarlo, lo primero que hicieron fue comparar los melanomas de pacientes que tenían en su interior muchos linfocitos T con los que no los tenían. De esta manera los investigadores observaron que hay una serie de genes que estan más activos en los pacientes que presentan los melanomas sin muchos linfocitos T. Y estos genes se sabe que estan implicados en la agresividad de los tumores. Usando un modelo de tumores en ratones averiguaron que activando estos genes los tumores carecían de células dendríticas. Las células dendríticas son unas células del sistema inmunitario cuyo trabajo es ir por los tejidos de nuestro cuerpo en busca de substancias peligrosas (ya sean virus, bacterias o tumores). Cuando se encuentran una, la introducen en su interior y se dirigen hacia los nódulos linfáticos. Estos no son más que lugares para  que se reúnan las distintas células del sistema inmune. Allí, las células dendríticas enseñan a los linfocitos T las substancias a las cuales deben atacar. Sin esas células dendríticas los linfocitos T estan ciegos. Pues bien, evitando que las células dendríticas los vean, los tumores consiguen evitar que los linfocitos T los encuentren y acaben con ellos.

Pero lo más importante de todos es que para hacer que el tumor que era capaz de engañar a las células dendríticas fuera de nuevo visto por el sistema inmune los científicos simplemente tuvieron que inyectar células dendríticas en el interior del tumor. Este simple procedimiento hizo que los linfocitos T volvieran a dirigirse al tumor y que utilizando el tratamiento de inmunoterapia más actual y efectiva, el sistema inmunitario fuera capaz de nuevo de luchar contra los tumores, al igual de los tumores que no eran capaces de esconderse de las células dendríticas.

 Referencias.