Las últimas investigaciones han descubierto que el vino no es la única bebida alcohólica que puede ser buena para nuestra salud si la bebemos con moderación. Recientemente, se ha descubierto que la cerveza puede hacerte perder peso. Increíble, ¿no es cierto? En el artículo de hoy aprenderás todo sobre eso.
Pero las conclusiones de estas investigaciones no se han quedado solo ahí, pues este solo es uno de sus muchos beneficios. Además, según estos estudios, la cerveza puede reducir los niveles de colesterol, te ayuda a prevenir enfermedades como la diabetes, el Alzheimer y hasta combatir la gripe. Parece que ya tienes unas cuantas razones para comprar unas latas de cerveza la próxima vez que vayas al supermercado.
Siempre se ha arrastrado el viejo mito de la barriga cervecera. Aquí está la importancia entre beber una bebida con moderación y beberla en abundancia. Si lo hacemos con moderación, beber cerveza a diario puede evitar el aumento de peso, además de prevenir diabetes, hipertensión y otros problemas relacionados con el corazón.
Antes de que te animes demasiado, debes saber que los investigadores de la Universidad de Barcelona, los últimos en realizar estudios sobre la cerveza, aseguran que esos beneficios se limitan al consumo de una jarra o dos latas por días.
El principal objetivo de este estudio era tumbar el mito de que la cerveza provoca obesidad, pues no tiene más que 200 calorías por taza, igual que un café con leche entera. Este estudio se hizo en 1.249 hombres y mujeres mayores de 57 años.
El estudio también ofrece cierta luz sobre qué puede provocar realmente la obesidad: esos aperitivos grasos que suelen acompañar a la cerveza, en su mayoría, fritos y salados.
Según el endocrinólogo Carlos Vilaça, esta investigación refuerza los beneficios de esta bebida, producida a base de cebada y con un bajo contenido en alcohol. El científico asegura que la cerveza tiene un índice glucémico muy bajo y tiene propiedades muy positivas para nuestro organismo, como antioxidantes, ácido fólico, vitaminas y minerales y hierro.
Todos ellos previenen la aparición de enfermedades cardiovasculares, ayudan a reducir los niveles de colesterol y previenen los cálculos renales. Así pues, debemos empezar a relacionar la cerveza con una dieta saludable y ejercicio regular.
La cerveza contra la gripe y la neumonía
Parece mentira, pero la cerveza puede reforzar tu sistema inmunológico. Un reciente estudio japonés ha podido comprobar que el lúpulo que se encuentra en la cerveza tiene propiedades antinflamatorias y antioxidantes. Estos elementos son capaces de detener el desarrollo del virus respiratorio y contribuye a prevenir la neumonía.
El poder diurético de la cerveza
Un estudio finlandés demostró que la cerveza reduce hasta un 40% el riesgo de desarrollar calcular renales. No obstante, debes recordar beberla con moderación para poder ver los beneficios. Su exceso puede agravar la situación. Las mujeres pueden consumir hasta una lata al día, mientras que los hombres pueden beber dos.
Para el insomnio y los trastornos del sueño
La Universidad de Extremadura, en España, realizó un estudio sobre el efecto sedante de la cerveza y determinó que puede ser ideal para tratar el insomnio y trastornos relacionados con el sueño. Esto es debido a que el lúpulo que contiene aumenta la actividad de neurotransmisores GABA.
Esta sustancia tiene un efecto sedante y reduce la acción del sistema nervioso. Es decir, prepara nuestro cuerpo para un sueño tranquilo. Este estudio también concluye que el consumo ideal de cerveza es de una lata para mujeres y dos para hombres.
Prevención de enfermedades cardiovasculares
Según un estudio holandés, que se publicó en la revista The Lancet, las personas que beben cerveza de manera regular tienen unas tasas de Vitamina B6 más elevadas, hasta un 30%. Este resultado se da si lo comparamos con gente que no bebe cerveza normalmente. Si lo hacemos con gente que suele beber vino, esta cifra se dispara al doble.
Esta vitamina nos ayuda a eliminar homocisteína de nuestro cuerpo. Esta sustancia constribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Parece que la cerveza tiene un efecto protector del sistema cardiovascular y reduce la cicatriz en el corazón que causa un infarto de miocardio.
Control del colesterol
La cerveza, sobre todo la cerveza negra, tiene hasta un gramo de fibra soluble por cada botella. La fibra es capaz de reducir los niveles de colesterol LDL, lo que reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Según un estudio publicado en la revista Annals of Nutrition ad Metabolism, su consumo moderado es muy beneficioso para el sistema inmunológico. Resulta que la cerveza puede hacer que nuestro cuerpo sea más resistente a ciertas infecciones.
Los resultados de esta investigación apuntan a que tras un mes, el consumo diario de cerveza aumenta la concentración de la defensa de células del sistema inmunológico, por lo que se producen más anticuerpos.
Por otro lado, otro estudio llevado a cabo por el Kings College de Londres concluyó que la cerveza puede beneficiar a nuestros huesos y al tejido conectivo. Esto es debido al silicio que se encuentra en la bebida, ya que ayuda a mejorar la densidad ósea.
Prevención del Alzheimer
Un grupo de científicos estadounidense revisó los resultados de 34 estudios sobre el consumo de alcohol y los problemas cognitivos. Estos estudios recogían un total de 365.000 personas analizadas.
Finalmente, llegaron a la conclusión que las personas que consumen cerveza con moderación tienen un 23% menos de riesgo de desarrollar enfermedades neurológicas, como puede ser el Alzheimer, en comparación con personas que no consumen esta bebida nunca.
Así pues, ya no tienes que preocuparte la próxima vez que te tomes una cerveza bien fresquita en una terraza. Estas aportando nutrientes y beneficios para tu salud. Eso sí, recuerda que todo exceso es malo.
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