Descubren un homínido en el Consejo de Ministros

Por Etcnoticias @etcNoticias

“Ya me parecía a mí que sus ideas eran mú moernas”, dice Arias Cañete

Estuvo a punto de ser elegido portavoz del Gobierno

Desde diciembre de 2011 ha estado ahí. Participando, dando su opinión, votando, proponiendo leyes, incluso enchufando a descendientes directos en altos cargos de la administración. No se conoce su nombre, pero sí que se trata de un homínido de 1,5 millones de años. Más o menos del tiempo en que los humanos primitivos pasaron de carroñeros a cazadores. La ministra de Fomento, Ana Pastor, que es médico, aporta nuevos e interesantes datos: “Probablemente se trata de un varón, porque tiene pene“.

El primero en sospechar que se trataba de un infiltrado fue Miguel Arias Cañete, al notar que el tipo no sabía bien cómo untar la manteca colorá en los bocadillos. “Y esos pelos, y esas barbas, y ese taparrabos… Además era como que demasiado moerno”, ha abundado Arias Cañete. “No entendía eso de la pareja pa toda la vida, ni lo de separar a los niños de las niñas, ni lo de ser ministro de Medio Ambiente y accionista de petroleras. Ya me lo tenía yo calao”.

Ante la sorpresa generalizada porque el homínido haya pasado desapercibido entre gente de bien, cada uno se excusa como puede. “Yo creía que era Aznar”, asegura Rajoy. “Tenía su silla fija, así que yo qué sé”, dice Sáenz de Santamaría.

Al final tuvo que ser el conserje de noche quien descubriera el pastel. “A mí eso de que un ministro se quedara a dormir todas las noches debajo de la mesa del Consejo me olía raro”, asegura. “Pero la confirmación de que algo no iba bien fue cuando descubrí su canibalismo“. Y es que, efectivamente 2 secretarias, un adjunto, el muchacho de los cafés y un dignatario finlandés han desaparecido en el mismo edificio en los últimos meses. “Encontré todos los huesos en la caja fuerte de la Tesosería del Estado, que por lo demás estaba vacía”, confirma el conserje. “Entonces fue cuando llamé a la perrera municipal, y ahí acabó todo”.

Ahora la oposición teme que, desaparecido el miembro más moderno del Consejo de Ministros, el Gobierno radicalice sus posturas.