Descubriendo a Gaudí fuera de Barcelona

Por Enodius @enodius_es

Descubriendo a Gaudí fuera de Barcelona

Si queremos hablar de arquitectura en Barcelona, sin duda hay un nombre que seguro que aparecerá en la conversación, Antoni Gaudí. Uno de los máximos exponentes del modernismo en Cataluña con grandes obras como la Sagrada Familia, la Pedrera, el Parc Güell o la Casa Batlló. Pero Gaudí, no sólo realizó su obra dentro de la ciudad de Barcelona, porque en algunos rincones de España también podemos disfrutar de su obra. Es por eso, que Enodius hoy viaja por España en busca de estos monumentos no tan conocidos del genial arquitecto catalán fuera de la ciudad de Barcelona.

1- Palacio Episcopal de Astorga, León (Castilla y León)

A pocos quilómetros de León, encontramos una de las obras más importantes de Gaudí fuera de Barcelona construida en 1888

Fue casualidad que Gaudí realizara dicha obra porque después del incendio que destruyó el primer palacio, el obispo de Astorga, Joan Baptista Grau i Vallespinós, era originario de Reus (igual que Gaudí) y gran amigo del arquitecto, por ello le pidió el favor de que el nuevo palacio lo construyera el genio modernista. Gaudí se encontraba con otros proyectos de la ciudad comtal por ello  a través de fotografías e información facilitada por el obispo realizó los planos sin pisar el terreno. Cuando por fin fueron aprobados por la Real Academia de las Bellas Artes empezaron las obras de la mano de Gaudí, pero pocos años después muere el obispo; y el resto del obispado no veía con buenos ojos la obra de Gaudí por ello quisieron realizar recortes en su obra, como Gaudí no estuvo de acuerdo, abandonó el proyecto sin finalizarlo. Con ello ocurrió que por la obra pasaron más de 5 arquitectos que sin entender los planos de Gaudí fueron abandonando el proyecto y no fue hasta 70 años más tarde que se acabó  la obra. Una fortaleza sacada de la edad media, con paredes blancas y un foso que lo rodea donde su interior podemos disfrutar de sus juegos de luces, arcos interiores. Actualmente es el Museo del Camino donde en su interior se pueden ver esculturas litúrgicas.

2- Casa Botines, León (Castilla y León)

Dicho edificio lo encontramos en el centro de León, y en él se consigue fusionar a la perfección el estilo neogótico que afloraba en todo Europa con el toque Modernista que Gaudí aportaba en todas su obras y consigue quedar acorde con el resto de edificios de la zona de un estilo más medieval. El edificio sigue la estética medieval por ello fue realizado con piedra caliza y está flanqueada con dos pequeñas torres que parecen defender al edificio de posibles ataques. Por raro que parezca, en esta ocasión Gaudí intentó adaptarse a su entorno lleno de edificios y por eso dejó la curva y la naturaleza fuera de ella, pero eso no la hace menos majestuosa porque podemos ver en sus formas al genial artista.

3- El Capricho, Comillas (Cantabria)

Su nombre real es Villa Quijano, pero quién encargó la obra fue el Marqués de Comillas, el cual buscaba una casa de verano con un estilo oriental, vaya un capricho del Marqués, por ello al final se le ha acabado conociendo con el nombre del “El Capricho”. Gaudí en su obra supo armonizar a la perfección los deseos del Marqués, consiguiendo un estilo oriental y poner detalles de la otra gran pasión de su dueño, la música. Desde su exterior ya nos llama la atención, podemos ver el estilo oriental proyectada en la torre al más estilo persa, la naturaleza, signo distintivo de Gaudí en todas sus cenefas y la música, con las cenefas como si fuesen un pentagrama, las barandillas con la clave de Sol,… En el interior podemos ver a Gaudí con todo su esplendor. con grandes ventanales que hacen que la luz juegue con la estancia, bancos de hierro forjado, laboriosos trabajos con la madera en los muebles y techos de sus estancias y cientos de detalles que son básicos como la forma de los contrapesos de las ventanas que parecen campanas tubulares con diferentes tamaños que permiten tocar una hermosa melodía. Por desgracias de la vida, una vez la obra fue concluida, el Marqués de Comillas sólo pudo disfrutar de su capricho 7 días antes que muriera.

4-  La Seu, Palma de Mallorca (Islas Baleares)

En dicha obra, es la que podemos ver menos la marca de Gaudí, y es que el genial arquitecto catalán en esta enorme catedral solo hizo algunas modificaciones y restauraciones. En 1230, Jaume I, después de conquistar Mallorca, quiso modificar la mezquita de Mallorca por una enorme Catedral, las construcciones se alargaron hasta 1630. Pero en 1899 empezaron de nuevo, las obras de mejora y restauración de algunas partes de La Seu, dichas modificaciones las realizó a Peyronnet, pero el obispo de Mallorca en una de sus visitas a Barcelona, habló con Gaudí sobre que mejoras podía hacer en La Seu. Antoni Gaudí se fue hacia Mallorca para estudiarlo y empezó con algunas de sus renovaciones como barandillas, lámparas y candelabros de hierro forjado, algunas vidrieras, o mobiliario como el atril de los oficiantes en el altar o la escalera plegable que lleva al Santísimo Sacramento,…

5- Bodegas Güell, Sitges (Cataluña)

Volvemos en Cataluña pero esta vez fuera de la ciudad de Barcelona, para encontrar dicha obra.  Dicho edificio tiene un aspecto insólito, un perfil triangular, con losas de piedra con grandes pendientes, con originales chimeneas y dos puentes que lo unen con los edificios colindantes.  El edificio de tres plantas destaca por sus sótanos llenos de bóvedas. Hoy en día dicho edificio se ha transformado en un restaurante.

6- Cripta y Colonia Güell, Cervelló (Cataluña)

En Santa Coloma de Cervelló encontramos otra de las obras de Gaudí declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esta obra destaca por ser una obra industrial, las colonias se construían cerca del río para aprovechar su fuerza y acostumbraban a seguir un patrón, pero ya sabemos que a Gaudí no le gusta trabajar con patrones y a cada edificio le da su toque personal, por ello, aquí, no podía ser una excepción. La colonia era el conjunto de vivienda de los trabajadores y personal de la empresa, pero lo que más destaca de la obra es la Cripta. La idea inicial,  fue la creación de una doble iglesia (la cuál no llegó a acabar de construir) sólo quedando disponible la parte inferior de la edificación. En él, utilizó elementos bien variopintos como el ladrillo recocido, el basalto y otros ya celebres en la obra de Gaudí como la cerámica vidriada o el hierro forjado. Principalmente, lo que destaca de la cripta, es su porche, con numerosos arcos que se van cruzando y en su interior las numerosas vidrieras que iluminan la zona, y las columnas basálticas que apoyan al edificio.

Seguimos descubriendo rincones por todo el mundo y hoy os hemos querido presentar la obra del genio Antonio Gaudí, fuera de la ruta más conocida del arquitecto en la ciudad de Barcelona. Así que ya os hemos preparado varías escapadas por España.