Como habéis podido comprobar, he estado varios días sin tocar un libro. Un cambio de fechas con el papeleo necesario para irme a estudiar fuera han tenido parte de culpa, aunque no toda. He desconectado también haciendo nada, perdido en esa droga llamada Tumblr o viendo alguna que otra película. Por eso he decidido que, para evitar que el blog quede muerto esos días en los que no leo tanto, también haré algunas entradas de cine, reflexiones varias, etc. ¿Qué pensais? ¿Os parece bien?
Aquí os dejo el listado de los libros que leí durante el mes pasado:
Hace unos años me hice del Círculo de Lectores. Aunque me gustan mucho sus ediciones y el proceso de escoger libro (mirar la revista una y otra vez) tardan mucho en darte el libro una vez que lo has pedido y por eso me acabé dando de baja. El caso es que uno de los meses en que estaba suscrito me decidí por esta trilogía. No conocía ni el autor ni la obra, sin embargo me llamó mucho la atención los comentarios tan entusiastas sobre ambos.
El Quinto en Discordia inicia una trilogía que cuenta la historia de varios habitantes del pequeño pueblo de Deptford a través de tres narradores, uno por cada libro. En este primero se trata de Dunstan Ramsay, quien inicia la narración de su vida en el momento en que esta cambió para siempre: cuando él esquiva una bola de nieve lanzada por Boy Staunton, hecho que acaba precipitando el nacimiento prematuro de Paul Dempster y que cargará de culpa a Dunstan.
Os va a ser casi imposible encontrar comentarios negativos de la obra, y con motivo. La prosa de Davies es es pec ta cu lar. No solamente es bella y cuidada, propia de los grandes maestros, sino que además le imprime un ritmo a la obra alucinante. Son algo más de 300 páginas que encierran una vida rica en detalles y situaciones. Al igual que con El Jilguero, al terminar es agradable echar la vista atrás y releer algunas páginas para recordar cómo empieza y cómo acaba el personaje.
A pesar de que apenas decae en ritmo, hacia el final sentí que perdía la magia de las primeras páginas, que son sencillamente perfectas e insuperables. El Dunstan de Deptford que acaba en medio de la Primera Guerra Mundial no se puede comparar con el profesor aficionado a la hagiografía en que se acaba convirtiendo. Aún así, una obra muy recomendable. Dejé aparcada la segunda parte en favor de otras obras para descansar un poco de la historia (ya sabéis que yo y las sagas no somos amigos).
Estos últimos días he estado leyendo bastante sobre fotografía en internet. Uno de los días llegué a este joven fotógrafo, al que creía que no conocía pero del que había visto varias imágenes.
Con tan sólo 24 años, Joey L. se ha echo famoso en todo el mundo y fotografía a grandes estrellas del cine y la música. Una parte de esta fama se la ha ganado con los tutoriales que ha grabado y que están disponibles en su página web. Os recomiendo que le echéis un vistazo.
En este libro él mismo describe sus técnicas de iluminación, no solo de su trabajo comercial sino también de sus proyectos personales, que son los más interesantes y espectaculares. Antes de ponerse con el libro recomiendo ver antes algún vídeo de él para familiarizarse con el equipo que utiliza, de otra manera puede ser un poco confuso, sobretodo si no se conocen los equipos de iluminación profesionales (como era mi caso).
En Vimeo tenéis el famoso Beyond, un reportaje en el que se le ve fotografiar su impresionante Holy Men en Varanasi, India. Simplemente espectacular.
Durante una reciente crisis literaria (otra más) me dio por buscar en mi librería algo que aún no hubiera leído y que fuera corto y fresco. Quería un pasatiempo rápido para reengancharme a la lectura.
Tardé poco en llegar a After Dark. De Haruki Murakami solo había leído Tokio Blues, libro que me regalaron hace años y que disfruté muchísimo, así que empezar este me pareció una muy buena idea. Suelo leer literatura norteamericana por lo que acercarme a autores de otras nacionalidades, para variar, también era un aliciente.
A diferencia del anterior, este no me ha gustado especialmente. Creo que el principal problema que tengo con el libro es que el romanticismo que desprende me parece muy forzado. Los personajes tampoco me han despertado mucho interés, ni siquiera la protagonista, con la que debería sentir cierta empatía. La verdad es que me ha dejado frío.
Las partes oníricas tampoco han ayudado mucho. Reconozco que tienen pasajes bellos y bien descritos, pero en ellos abunda también un recurso que utiliza demasiado y que a mi personalmente no me gusta nada. Se trata de esa especie de instrucciones de cámara, como si de un guión cinematográfico se tratase, que están más que vistas y me sacan de la lectura.
Perfil de una gran ciudad. Captamos esta imagen desde las alturas, a través de los ojos de un ave nocturna que vuela muy alto […] Nuestra mirada escoge una zona donde se concentra la luz, enfoca aquel punto.
También tuve problemas con algunos diálogos supuestamente profundos a los que yo no les acababa de encontrar el punto o el hecho de que acaba y te quedas exactamente igual que al principio. De haber sido más largo no creo que lo hubiese terminado.
A pesar de este traspiés, Murakami seguirá siendo uno de los autores con más títulos en mi lista de libros pendientes.