Ahora llevo un tiempo que me ha dado por escuchar grupos enmarcados en lo que se llama Shoegaze y Post-Rock... ¿Os habéis fijado en el nombre de esta etiqueta musical? Post-Rock... Al mencionar o manejar esta etiqueta es como aceptar que el Rock murió, desapareció y luego en su lugar surgió esto otro... Es muy raro, pero bueno, es un convencionalismo más con el que nos podemos hacer una vaga idea de lo que hace tal o cual grupo de Post-Rock y yo no me meto en esas cosas.
Aún así, por lo poco que he escuchado todavía, he apreciado que aunque cada banda esté inscrita bajo este cartel luego a la hora de la verdad resulta que cada una es de su padre y de su madre, y que tiene una propuesta musical distinta que ofrecernos, afortunadamente.
Pues como iba diciendo, hace un par de semanas me llegó el envío de música mensual y me puse el primer disco que abrí. Una portada rosa con un pajarillo muerto patas arriba y un título en blanco: 'We Fight ´Till Dead'. Todo pintaba bien hasta que me topé con ese chasco que no te esperas que te ocurra a ti: la carpetilla estaba pegada con pegamento a una tarjeta de publicidad de la discográfica Houston Party Records. Chungo… me da que tras esto va a pasar un largo tiempo hasta que vuelva a comprar por correo. Llamadme raro.
Pese a esta cagada, no me desanimé y puse el disco en el reproductor. Como ya he señalado más arriba, de Post-Rock no entiendo ni papa, pero al ir pasando los segundos me di cuenta que al final no me iba a arrepentir.
El grupo en cuestión es Windsor For The Derby. Un grupo de tejanos, pero de los modernos, de esos que se atrevieron a dar un paso adelante y dejar atrás el típico y tradicional Blues-Rock que sus padres tocaban y escuchaban para adentrarse en otros territorios más inhóspitos, exóticos y alejados del Oeste Americano.
Por lo que me he estado informando, esta gente lleva desde mediados de los 90 dando conciertos con bastante aceptación entre el público especializado o gustoso de este estilo y haciendo discos para todas las discográficas que se decidan a tenerlos consigo.
El resultado final tras la escucha de este disco del 2004 es altamente positivo y me ha enganchado y motivado a seguir buscando e indagando entre el Post-Rock, aunque si alguien tiene proposiciones y recomendaciones que hacerme ya saben que aquí estamos dispuestos a anotar todo lo que se nos diga.
Lo que más me ha sorprendido de esta banda son las múltiples facetas y rostros que pueden mostrar y desempeñar en un mismo disco. Es decir, la capacidad que poseen para modificar su sonido, para moldear y cambiar los ambientes que generan con sus canciones y llevarte de un lado a otro sin apenas darte cuenta con una fluidez tan natural y un conocimiento tan profundo de lo que hay que hacer que me han resultado muy atractivos, y es que…
…Por un lado pueden sonar maquinales y fríos como témpanos de hielo, con unas guitarras cortantes, ásperas, y con una sección rítmica que actúa de forma tan reiterativa, exacta y matemática que recuerda a bandas icono de esta movida como Joy Division (he de decir que estos los estoy empezando a tratar y es que son la leche) y a referentes mucho anteriores procedentes tanto del Krautrock setentero tipo Can como de la electrónica primitiva de Kraftwerk. Un ejemplo de este lado oscuro de WFTD que os estoy contando es una de mis canciones favoritas del álbum, "For People Unknown":
Pero es que ahí no se queda la cosa, porque en el siguiente corte es que pueden dejar de lado esa faceta impasible y abrasiva para mostrar entonces un lado más sentimental, agradable y humano (incluso en algún corte destilan ese sentir hogareño que tenían y tienen los buenos de REM).
Como no podía cerrar esta breve descripción de mi encuentro con Windsor For The Derby con una simple canción, pues ahí que va otro tema, pero esta vez en su faceta más emocional, cordial y acogedora, "Black Coats":