Pero estas 2 veces en las que no tuve más remedio que caer en las redes de aquellos programas, fue algo que hice inmediatamente ya que aquella serie tuvo su época y ya está y OT no deja de ser un concurso que ves cuando lo están emitiendo o sino pierde la gracia.
Con aquellas emisiones claudiqué, pero también hubo otars que arrasaban y no llegué a ver como fueron Falcon Crest (que a mi familia no nos enganchó), Expediente X (sí, ya sé que yo misma soy un Expediente X) o Sin tetas no hay paraíso (lo siento pero no soy fan de Miguel Ángel Silvestre, precisamente). Y, bueno, tampoco me sentí tan rara, sino que me lo tomé como un acto de rebeldía: todo el mundo lo veía menos yo, con un par.
Sin embargo, todo cambia cuando aquella serie que tenía tanto éxito y que no viste en su momento por el motivo que fuera, ves que años después la gente sigue hablando de ella como si el tiempo no hubiera pasado. Y eso es lo que me pasó con la serie Friends: que ya no ha sido años después, sino décadas después, todavía se oyen frases como “como decían en Friends” o “como en aquel capítulo de Friends” o “como Rachel la de Friends” (por cierto, era al único personaje que conocía).
Así que el pasado 30 de setiembre de 2018 decidí suscribirme a la plataforma Nefltix, que es donde la proyectan. Ese fue mi 27 de noviembre (que fue cuando la estrenaron en España en 1997) o mi 22 de setiembre (que fue cuando la estrenaron en Estados Unidos 3 años antes). Porque todos tenemos una fecha en la que vimos el primer capítulo de Friends y la mía fue esa.
Porque lo cierto que con los 236 capítulos que dura la serie me he reído como nunca. 236 capítulos que he visto en 4 meses, cuando la gente los vio en 10 años. Así que yo en semanas veía como aparecían los móviles (que ahora son ya hasta vintage), se empezaba a ligar por Internet (¿dónde quedó ya lo de ligar en persona?) o como la ropa cambiaba hacia tendencias más atemporales que prácticamente podríamos usar todavía ahora.
Y como ocurrió con la ropa, también ocurrió con la serie: que ha sabido envejecer perfectamente y nos reímos igual que el primer día. Quizá sea porque no hablaron nunca de temas de actualidad (cuando en aquellos años una becaria de la Casablanca hizo que las becarias no fueran muy bien vistas…) pero el caso que los diálogos pueden ser prácticamente de ahora (añadiendo whatsapps, redes sociales y spotity evidentemente). Y mirad que se habla de la homosexualidad en una época en la que no estaba visto este tema como algo tan natural como lo vemos ahora, pero el caso que lo trataron con respeto y no se ve homofobia ni nada de eso ahora.
La serie la vi en español por elección propia. Es cierto que podía haber elegidoverla en V.O. con subtítulos pero una lleva toda la vida viendo ficción en su idioma original y sería raro hacer otra cosa. Además, tenemos unos actores de doblaje estupendos que quién sabe si no mejoran a los originales. Y, bueno, el 4 de febrero fue mi 6 de mayo de 2004, que es cuando se emitió en EEUU el capítulo final. Me encantó cuando Mónica le dice a su recién nacido que nunca va a encontrar a una mujer que lo vaya a querer tanto como ella… Y, bueno, la escena final es de sobra conocida y supongo que todos tuvimos alguna vez una despedida así; con abrazos y llaves que posamos en una mesa para no volverlas a ver. Hoy volví a ver en YouTube la primera secuencia con Rachel vestida de novia huyendo de un novio dentista llamado Barry…. Y me empecé a reir como la primera vez, como aquel 30 de setiembre en el que me metí en el universo de Friends: en el apartamento de Mónica donde todos vivieron alguna vez, en el sofá de Central Perk donde todos se contaban sus penas y aparecían ligues de una noche, en el piso de Joey con ese futbolín que también tuvo su final, en la boda de Ross donde no se casaba con Rachel… Y aunque no había whatsapps ni Instagram, ni selfies, no los echaba de menos pero me imaginaba a Rachel (de la que no me quedó claro cómo se pronunciaba su nombre) con sus “outfits” en el Instagram diciendo de quién iba vestida o como el hastag #bodadechandlerymónica sería TT en el twitter. Por cierto, la cuenta de Friends en Instagram tiene ya ¡6 millones de seguidores! Lo que demuestra que esta serie nunca morirá. De todas las escenas me quedo con el baile de Mónica y Ross, sin duda: