Descubriendo la Costa Dálmata

Publicado el 20 noviembre 2014 por P.cuesta @BolaDelMundoFP

Hola lectores

Hace mucho que los estudios no me dan un respiro pero aprovechando que hoy si que tengo tiempo, me gustaría compartir con vosotros una parte del viaje a Croacia y que es un “Imprescindible” para todos los que visiten ese país: explorar la Costa Dálmata.

Empezaremos aclarando que esta costa no se llama así por nada que tenga que ver con perros ni mucho menos, sino por la provincia romana que abarcaba esta zona y que se llamaba Dalmacia. Desde siempre esta zona fue un territorio de conflictos y varias civilizaciones se disputaron sus tierras: ilirios, romanos, bizantinos, eslavos, venecianos, franceses, húngaros… Hasta llegar a ser posesión de la República Yugoslava ya dividida en esos 7 países actuales. Como veis muchos se han disputado este hermoso territorio y con razón, pues es un lugar hermoso y un punto estratégico tanto para el comercio, como para la exploración marítima como por supuesto para el turismo.

En la actualidad, la Costa Dálmata se extiende por Croacia, Bosnia y Montenegro y aunque no forma parte de la definición de Costa Dálmata la zona de la península de Istria (al noroeste de Croacia) merece la pena ampliar la visita hasta esta parte de Croacia, famosa entre otras cosas por sus vinos y sus pueblos medievales enclavados al borde del mar.

Por supuesto hay muchos pueblos y ciudades que se pueden visitar y casi todos tienen su encanto, por no decir todos, pero os nombraré los que para mí son indispensables, trazando una ruta de Norte a Sur.

 

RIJEKA:

Aunque no se puede considerar como el lugar más al norte, sí que es quizás la mejor opción si lo que quieres es establecer un “campamento base” desde el cual iniciar excursiones diarias a la península de Istria, pues muchas veces cambiar de hotel diariamente es agotador y al fin y al cabo las distancias no son tan largas, así que se puede ir y volver en el día hasta esta ciudad. Como reclamo turístico no presenta demasiadas cosas, aunque es destacable el Castillo de Trsat enclavado en lo alto de la montaña y con una hermosas vistas de la ciudad y de la costa. La entrada es gratuita y tiene una bonita cafetería dentro de sus murallas. Otros lugares destacables con la Iglesia de San Vito, que destaca por ser redonda, la Calle Korzo o calle principal de compras y su paseo marítimo. Es una ciudad muy turística y con mucha vida.

Si queréis una recomendación de hotel yo os aconsejaría decantaros por el Hotel Bonavia, debido a su localización en pleno centro de la ciudad y con un parking privado. Las habitaciones son enormes y bonitas, aunque ojo con las bañeras, que son tan altas que parecen diseñadas para jugadores de baloncesto y no para personas de altura media. La ciudad ofrece muchos lugares para comer, pero si os entran las prisas y no sabéis por cual optar, hay uno justo delante del hotel, bajando hacia el puerto a mano derecha y que se llama Belgian Beer Cafe Brasserie As no esperéis nada espectacular, pero tiene una carta amplia y a precios aceptables y la calidad es buena. No os vayáis sin probar los crepes, en especial el de mermelada ¡Está de muerte!

Rijeka por supuesto también es conocida por sus playas, pero para llegar a ellas necesitaréis coche y no es de extrañar que acabéis tumbados sobre una piedra, pues eso es lo que se entiende en Croacia por playa, es decir, rocas enormes con entrada más o menos accesible al agua, si te despeñas por ellas. Vale, esto es un poco exageración, pero para que veáis lo que quiero decir…

PORĔC:

Esta antigua ciudad romana es una auténtica maravilla y al mismo tiempo un infierno para ir con coche, por eso la primera recomendación es aparcar fuera del centro de la ciudad, ni intentéis llegar hasta él con coche y centraros en los parking de fuera, que no hay nada lejos. Lo más bonito de ver es el centro de la ciudad y la zona del puerto. No es raro ver en esta última, los yates más lujosos del mundo, de hecho nosotros tuvimos la “suerte” de ver el impresionante Mayan Queen IV y solo puedo decir que deja sin palabras el ver a semejante mamotreto aparcar en el pequeño y privado puerto, claro que también te hace pensar en la cantidad de dinero desperdiciado en caprichos como ese. De todas formas, es precisamente el puerto un lugar perfecto para comer, pues en pleno paseo marítimo se encuentra uno de los restaurantes más famosos de la zona, el Sv. Nikola donde puedes darte un capricho comiendo sus deliciosos lomos de pescado a la trufa blanca o su risotto de jamón, todo acompañado de un vino de la zona. Si tienes suerte o llamas antes para reservar, es recomendable pedir mesa en la terraza exterior donde disfrutarás de unas vistas maravillosas de la bahía y de la isla de San Nicolás.

Desde el puerto se puede bordear la ciudad por el paseo marítimo y llegar así al centro histórico, allí es una visita obligatoria la Basílica Eufrásica, una iglesia del S VI que contiene mosaicos bizantinos excelentemente conservados y que la convierten en una obra maestra del arte bizantino. Eso sí, para entrar es imprescindible llevar los hombros cubiertos, pero si por si acaso no llevas un chal o una chaqueta, en la tienda de recuerdos donde se compran las entradas te prestarán uno.

 

ROVINJ:

Un pequeño puerto de mar, con un aspecto encantador. Destaca en especial la vista de su casco antiguo, sobresaliendo por encima de todos los edificios la iglesia de Santa Eufemia, con su hermoso campanario al que puedes subir para contemplar las vistas. Es un pueblo perfecto para relajarte y explorar sus calles y su puerto y dejarte atrapar por su ambiente romántico.

PULA:

Es de los tres pueblos de Istria, el más grande y famoso. Posee un hermoso coliseo romano en muy buen estado y numerosas ruinas entre las que destacan la Puerta de Hércules, el increíble Arco de los Sergios o el Templo de Augusto. Además en su centro histórico, según recorres sus calles empedradas podrás encontrar un montón de restaurantes y tiendas. Además, cerca de aquí está el Parque Nacional de las Islas Brijuni, que es un archipiélago con 13 islas rodeadas de agua turquesas y repletas de fauna de la zona e impresionantes restos romanos e incluso más antiguos.


ZADAR:

Es una ciudad relativamente grande con uno de los cascos históricos de Croacia más impresionantes, debido a la gran muralla que rodea la parte antigua de la ciudad. Está perfectamente conservada y dentro de la muralla es totalmente peatonal, así que hay que dejar el coche aparcado fuera de esta. Dentro encontrarás una de las ciudades más bonitas con diversos museos ¿aunque para que entrar a un museo si lo más bonito de Zadar está fuera y por sus calles? Puedes primero atravesar la muralla y pasear por su mercado y su plaza mayor. Callejeando llegarás hasta la Puerta de la Tierra y la salida de las murallas. Fuera de esta se encuentra el puerto y se puede bordear este por fuera de la muralla hasta llegar a la universidad, desde donde se inicia un hermoso paseo marítimo. A la mitad de este se encuentra quizás lo más hermoso de Zadar, la Iglesia de San Donato y el foro romano. Reconozco que de este último impresiona el que puedas acercarte y tocarlo, incluso los niños juegan en él… Mientras que en el de Roma tienes que guardar una distancia prudencial de cualquier roca, allí puedes acariciarlas y observarlas con detenimiento. Justo esta zona es el mejor lugar de la ciudad para comprar souvenirs, pues hay muchos puestos a modo de rastrillo colocados a ambos lados de la calle.


Si continuas andando por el paseo marítimo, llegarás irremediablemente a mi parte favorita de la ciudad, el Órgano de Mar, que es un órgano como el de las iglesias solo que los sonidos los provocan las olas del mar. El problema de verlo en verano es que hay un exceso de turistas y sobretodo de niños gritones que te impedirán disfrutar de él con la tranquilidad que exige ver una puesta de sol desde allí. Justo a su lado, se encuentra El Saludo al sol, una escultura creada sobre el suelo con placas térmicas, que recoge el calor y la luz del día y por la noche crea espectaculares efectos lumínicos.


Hay muchos bares y restaurantes para elegir, pero si lo que buscáis es uno de calidad, os recomiendo el restaurante del Hotel Nikko, conocido en la zona por ser el mejor restaurante de marisco y su pescado. Si queréis un consejo culinario, pedid un plato de queso de la tierra ¡Está delicioso! Ah y no os olvidéis de reservar porque se llena cada noche.

** Antes de llegar a Zadar, no puedes dejar de descubrir uno de los Parques Nacionales más hermosos del mundo, el Parque Nacional de los lagos de Plitvice (En cuanto haga entrada de los parques nacionales de Croacia, os linkeo). Cascadas, lagos de aguas turquesas y caminos entre cuevas y sobre pasarela sobre el agua. Es una visita obligatoria si o si.

SIBENIK:

Otra hermosa ciudad fortificada que data de la edad media y que no ha perdido su encanto. Sus calles estrechas y peatonales, desenbocan siempre en callejuelas de pasadizos y cientos de escaleras que te llevan de una zona a otra de la ciudad sin que te des cuenta, pasando por debajo de edificios. La logia, situada frente a la Catedral de Santiago, presenta un hermoso complejo de edificios y una vista espectacular de como la ciudad crece a lo alto. Callejeando y siguiendo las indicaciones, puedes llegar con facilidad a los jardines medievales de monasterio de San Lorenzo y desde ahí ascender un poco más hasta el Fuerte de Santa Ana, que ofrece unas espectaculares vistas de la ciudad, la bahía y los otros fuertes que rodean la ciudad.

** Una posible excursión desde Sibenik, es la que se realiza al Parque Nacional de Krka, famoso por sus cascadas y su zona de baño. Hay también una bonita excursión en barco al islote Visovac, donde se encuentra un Monasterio Franciscano y que incluye también una vista panorámica en barco de las cascadas más alejadas. Esta excursión se contrata dentro del parque, en la zona donde el autobús te deja y que está al lado del pequeño pueblecito convertido en recurso turístico y que ofrece una visión rápida de lo que era un antiguo pueblo molinero.

TROGIR:

Lo primero que hay que decir de esta joya de la Costa Dálmata es que todo su centro histórico se encuentra en una isla unida por dos puentes, uno a cada lado y que conecta con las dos zonas de la ciudad. En el centro mismo, que es Patrimonio de la Humanidad, encontrarás una acumulación de iglesias fuera de lo normal, varias puertas que te dejan atravesar la muralla y también un castillo justo en el borde de la islita. No nos engañemos, Trogir es la pequeña Marbella, allí todo es carísimo y destila estilo y glamour por los cuatro costados. Además, todo el borde de la isla, está lleno de impresionantes yates que te dejarán con la boca abierta.

¿Lo malo de Trogir a parte de lo caro que es? El aeropuerto… Está a unos escasos 30 km y eso implica que cada cinco minutos un avión te sobrevuela la cabeza dejándote sordo. Lo único que puedo decir en favor de esto, es que te acabas acostumbrando o que busques un alojamiento con una buena insonorización. El que elegimos nosotros no lo tenía y casi no pudimos dormir, porque entre los aviones y los campanarios… Y sin embargo, a pesar de eso, es quizás la ciudad que más me enamoró de todas las que vi en Croacia.

SPLIT:

Una de las ciudades más grandes de Croacia y el segundo puerto más importante del país, en el que llegan cada día numerosos cruceros. Decir que está llena de gente es poco… y decir que es bonita… también se queda corto. El Palacio del Emperador Diocleciano es absolutamente increíble, pero no es un palacio en sí, al menos no la idea que tenemos de palacio. ¡Es una ciudad! Una pequeña ciudad en miniatura dentro de otra y rodeada por murallas. Solo tiene cuatro accesos y a cual más impresionante. Los bajos del palacio están llenos de tiendas de souvenirs, joyas, cerámica… Es un bazar pero dentro de un edificio histórico. Desde esta zona se accede a la parte subterránea del palacio que se puede visitar y es impresionante. Fuera del subterráneo y en el centro del Palacio, te encontrarás con la zona de los templos y el mausoleo del emperador, que por cierto, fue saqueado y destruido por los propios cristianos como venganza por lo cruel que fue este emperador con todos aquellos que profesaban esa religión.

Paseando por las calles del interior del palacio, encontrarás tiendas de recuerdos y tiendas de moda, aparte de restaurantes, bares. Todo eso entremezclado entre obras de arte y edificios históricos. Fuera del palacio puedes pasear por el paseo marítimo en el cual no es raro cruzarte con famosos siendo perseguidos por la prensa. En este paseo o sino en el propio puerto, podrás contratar multitud de excursiones para trasladarte desde esta ciudad a las islas. Dos buenas opciones es visitar si tienes tiempo (y si el mar te deja) la isla de Hvar con sus hermosos campos de lavanda o la de Brac con sus increíbles playas como la Playa de Bol. Hay todo tipo de opciones para llegar a las islas y con precios muy asequibles, así que si el mar te deja, no te vayas sin contratar una. (Por desgracia el mar estaba horrible cuando fuimos y la única opción era el ferry que tardaba 2 horas a Brac y 4 a Bolt y tenía unos horarios tan complicados que no nos mereció la pena).

En las afueras de Split, podrás encontrar las ruinas de la ciudad romana de Salona. Son gratis y aunque es un poco difícil llegar a ellas, merece la pena desplazarte ya que a estar vacías de gente, no resulta difícil dejarte envolver por la magia que desprenden y sentirte transportado al pasado.

¿Un lugar para comer? No digo que sea el mejor, ni el más rápido, pero el Grill-Pizzeria LUNA nos salvó la vida y nos permitió disfrutar de unas de las mejores cigalas que comimos durante todo el viaje, a un precio muy accesible. Eso si, como todo en Split, está lleno y hay que tomárselo con calma. Pero bueno, paciencia que estamos de vacaciones ¿no?

 

DUBROVNIK:

Finalmente la perla del Adriático y la ciudad más conocida de Croacia debido a Juego de Tronos. Es maravillosa y agobiante, así que os recomiendo un plan para sobrevivir a ella, que podéis leer aquí.