Youzee ha aterrizado definitivamente y eso es una buena noticia para los amantes del cine y las series. Tras una campaña de marketing arrolladora y muy bien estudiada, especialmente a través de las redes sociales (donde si no…), los chicos de verde se han colado por la puerta grande en el sector del video on demand español, donde ya está trabajando hace tiempo Filmin y a donde todavía queda esperar la llegada de Netflix.
Si hay algo que llama poderosamente la atención del sistema, al primer vistazo y con ojos de tester (si habéis tenido la suerte de obtener una invitación de prueba) es que el diseño es impecable, estilo moderno y fácil navegación, permitiendo a los usuarios un recorrido intuitivo y eficaz, tanto por los contenidos como por los recursos de socialización, siendo la aplicación un entorno donde compartir, comentar, votar, pues no sólo de visionados vive el cinéfilo.
La idea es que la plataforma sea al mismo tiempo un video club bajo pedido y un sitio para fomentar la comunidad de aficionados al cine y las series. Además de la interesante propuesta visual del invento, la gente de Youzee ha sabido impregnar toda su estrategia comercial de un aire innovador, freak, cultureta y ambicioso, para que su propuesta sea atractiva y funcional al mismo tiempo. Si visitáis su blog o su página de Facebook, seguramente os llegue un ligero tufillo a Silicon Valley y es que cuando echamos un vistazo a la presentación oficial o las oficinas centrales, parece que estemos recorriendo los cuarteles centrales de Google o Facebook.
Pero dinamitado ya el primer contacto, el embrujo de la campaña publicitaria y el encontronazo por fin con sistemas que dinamicen el consumo de contenidos de manera legal y a bajo precio, llega el momento de utilizar y disfrutar de la programación ofertada. Y ahí es donde llegan algunos de los pocos defectos, que por ahora se le pueden achacar al proyecto.
No es cuestión de ser crítico (la valoración general es de nota alta en cualquier caso), pero lo cierto es que como todo nuevo recurso, tiene algunas limitaciones y pegas, que deberán ser subsanadas si Youzee quiere ser competitivo y verdaderamente comercial.
La oferta de títulos, tanto en cine como en series es todavía limitada. Aumentan cada día, es cierto, pero tal vez no al ritmo que la clientela espera. No olvidemos que tratamos con un público que lleva años consumiendo cultura descargada y que no ve con buenos ojos que le cobren por algo que pueden conseguir gratis. Si bien es cierto que la mejora de calidad del video y el audio, el repertorio de productos en tarifa plana y la comodidad del cine en casa, son alicientes para empezar a hacer uso de sistemas de pago, frente a los ya conocidos piratas, la antigüedad y escasa relevancia de muchos de las películas ofrecidas, desmerecen un poco el contexto general de la oferta.
Es verdad que no se puede tener todo a la primera y esperar estrenos de cartelera en nuestro ordenador de forma simultánea es todavía poco probable. Pero el catálogo de Youzee está lejos todavía de ser totalmente apetecible. Ciertamente, 7 euros al mes no es una mala cifra y sólo en films de culto, películas recientes que se nos pasaron y series completas que siempre quisimos ver, ya compensamos esos eurillos si queremos hacer las cosas legales y con alta definición. Pero por ahora, veo un poco escaso el listado ofrecido, si bien se pueden encontrar joyas como ‘Pi’, ‘El Maquinista’ o ‘Tideland’ (por mencionar algunos títulos de distintas épocas que puede interesaros ver) también abundan los saldos, el cine ochentero y los restos de videoclub de barrio.
Los títulos más recientes ofrecen la posibilidad de ver una película de renombre por 3 ó 4 euros, lo cual no está mal si hablamos de estrenos de los últimos meses y que no vimos en salas por el alto coste de una entrada de cine. En casa, con tres amigos, los costes se compensan una barbaridad por unas cuantas semanas de espera desde la premiere.
En ese aspecto sí que aumentan considerablemente los ofrecimientos bajo alquiler que merecen la pena y que mantienen una considerable relación calidad-precio.
En series sin embargo, no se mantiene esta premisa y los títulos de pago son ciertamente aún caros, como el compendio de ‘Mad Men’, que ronda los 25 euros la temporada completa (y de la que sólo hay disponible la cuarta). Un poco elevado para todos los públicos. La suscripción sin embargo sí que nos permitirá ver algunas series de reconocido prestigio y otras que tal vez se nos hayan pasado, lo que combinado con un buen número de películas que si merecen la pena, convertirán la cuota mensual en un pago aceptable, que tal vez lo sea más, si consiguen buenos acuerdos de cesión de derechos, y los catálogos se amplían con más calidad y contenidos.
Tampoco es un sistema multiplataforma completo, aunque trabajan para serlo. Por el momento, podemos disfrutar del servicio en dos dispositivos, nuestro PC o el Smart TV de Samsung y eso hace que muchos usuarios se echen para atrás, pues apuestan por otros soportes en los que visionar sus contenidos.
Obviamente todo tiene que evolucionar y mejorar, si hay algo que demuestran sus creadores es estar al tanto de lo que opina el público. Conocen sus gustos y necesidades y aunque no han perpetrado un sistema perfecto, nadie ha dicho que no se pueda ir mejorando. Desde luego es una alternativa interesante y prometedora para el consumo de cultura enlatada y magnífico ejemplo de creatividad y criterio, para un desarrollo netamente español, lo cual es estimulante y respetable al mismo tiempo.