Concretamente unos trozos de cerámica muy antigua. Comenzamos ahí nuestro protocolo de actuación, avisando a nuestro amigo y compañero Manuel Gabriel López Payer (reputado historiador y auténtico especialista en Pinturas Rupestres). Nos comentó que nos pusiéramos en contacto con arqueólogos de la Universidad de Granada y así lo hicimos. Inmediatamente avisamos tanto a la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y a la Dirección del Parque. Cogimos unas muestras y se enviaron para su estudio.
Estos resultados acaban de salir publicados en la revista CUADERNOS DE PREHISTORIA Y ARQUEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA, y firmado por D. Jesús Gámiz Caro, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada. Todavía no está colgado en la web, así que os dejamos unos cuantos datos y más adelante lo pondremos aquí para su descarga.
Se presenta una colección del conjunto de restos cerámicos prehistóricos hallados en esta cavidad, correspondientes a contenedores cerámicos adscribibles del Neolítico Tardía/Final. Como ya se sabía y así queda claro con este hallazgo, nos encontramos ante unos materiales generados por una cultura con una base económica agropecuaria, complementada por una destacada actividad cinegética, por lo tanto la cueva pudo ser utilizada en actividades pastoriles de carácter trashumante, utilizada como refugio (hipótesis del trabajo).
Como podemos ver, el trabajo espeleológico no reside solamente en subir y en bajar cuevas, sino hacer un estudio multidisciplinar de las mismas, como así lo estamos demostrando en el G.E.V. Damos las gracias a Jesús Gámiz por el estudio de este material.