Descubrir el personaje que hay detrás ¿Te animas a descubrirlo?

Por Coachpsi37
Su madre nunca fue lo que se dice, una mujer con estabilidad emocional.Acariciando con sus dedos largos y finos su nuevo vestido rojo de seda, sintió un intensoescalofrío sin saber exactamente el por qué.Samantha tenía claro lo que quería. Se casaría, formaría una familia en una gran casa rodeadade inmensos rosales rojos, que ella misma cuidaría con todo el amor y esmero, éste que nuncahabía recibido en su tan temprana edad. Pero, el no haberlo recibido no le robaba el derecho depoder captarlo como solamente los niños podían hacerlo.Todos sus íntimos sueños quedarían postergados. Lo supo el mismo día que vio a Samuelentrar por aquella puerta enmarcada con madera de roble, una puerta que tantas veces habíacruzado ella misma y, jamás se había parado a observar su hermosura.Su primera relación duró lo que dura el paso, de la Primavera al Verano.A pesar de su hermosura, su inteligencia y ambición, jamás había encontrado el candidatoperfecto para ser cómplice de sus más íntimos y anhelados sueños. Una maldición parecíarecaer sobre ella. Nunca olvidaría aquellas palabras de su madre: Eres muy bella hija mía, perousa tu inteligencia exquisita, porque mucha gente incauta, de dudosos pasados y futurosinciertos, querrá aprovecharse de tí.Si de algo carecía su madre, no lo era desde luego, de sexto sentido y, de su saber de la vida.Si la carrera de Samantha iba en auge, no lo era menos, su intensa y ajetreada vida social. Sesentía en aquellos momentos llenos de glamour y poder, como una sirena en alta mar; bella ypoderosa.Tras Samuel, llegarían otros hombres de diversas provincias, países y, muy diversasreputaciones.Sabía que su vida tomaría un giro de 180º, cuando se vió en aquel cuartito oscuro, de míserosmetros cuadrados y, en el cuál, solamente se vislumbraba un hilo de luz, cuando le pasabanalgo de comida.Tenía la misma habilidad de entrar los problemas como de salir de ellos. Se dio cuenta de éstesutil detalle cuando se disponía a firmar aquel documento. Subió a la furgoneta aquel día gris deInvierno, nunca lo olvidará. Al menos se disponía a volver a casa y, podría poner en orden suspensamientos y, su cuerpo en óptimas condiciones.Se durmió, mientras dos lágrimas sellaban su inmaculado rostro, suave como su vestido rojode seda favorito. Rojo, rojos los rosales, rojos su vestido y, por qué no decirlo...roja es la sangreque muchos querían ver derramada.Soñó con aquellos inmensos rosales, con niños rodeando su casa. Tenía lo que siempresoñaba en su pronta juventud.El amanecer no llegó… Cuando más corres buscando la vida, es momento de abandonar