Es decir, con la sangre de la madre, al pasar las 7 semanas del embarazo, ya se puede descubrir el sexto del bebé, de hecho las pruebas de sangre en este estudio se han convertido en más exactas que las de orina. También afirmaron que en algunos casos en que se hizo la prueba en las 5 primeras semanas de embarazo se descubrió el sexo del feto con una precisión de entre el 95 99%, un porcentaje muy alto.
Este proceso es muy sencillo, ya que las mujeres embarazadas tienen que pincharse para obtener la sangre y mandarla a un laboratorio donde se analiza, en el cual si se detecta el cromosoma estarán ante un bebé varón, mientras que si no se detecta se trataría de una niña. La prueba consiste precisamente en eso, en encontrar partes de cromosoma masculino en la sangre de la madre. A pesar de su efectividad, no ha sido regulada por la FDA.
En la actualidad, para conocer el sexo del bebé hay que esperar a las 12 semanas, con esta prueba se podría descubrir mucho antes quitando la incertidumbre a los padres y dándoles más tiempo para prepararse. Esto es también útil ya que se pueden detectar también enfermedades relacionadas con el sexo del bebé antes de que nazca.