Estos días podemos ver como en los medios de todo el mundo están informando sobre la parte alternativa de la vida personal del activista norcoreano de derechos humanos Shin Dong-Hyuk que acaba de confesar él mismo poniendo en duda la veracidad del libro. Según él, pide perdón porque su vida no trascurre tal como aparece en el libro y que por el sentimiento de culpa podría dejar de laborar como testigo de la existencia del campo de concentración para presos políticos. Es cierto que nació en el campo 14 pero hasta ahora no ha dicho que a los seis años, junto a su hermano mayor y su madre cruzó el río Taedong para estar en el campo 18. Y que cuando acusó a su madre y su hermano que les conllevaron a la muerte, eso también ocurrió en el campo 18.
Es verdad que cambia una parte de su vida personal pero Shin sigue siendo el hombre que nació en un campo de concentración para presos políticos (los Kwalliso) y que consiguió escapar a China para luego estar en Corea del Sur. Yo leí el libro y creo que tenemos que dar un voto de confianza a Shin ya que aún es el testigo más adecuado que puede contar lo que realmente pasa en esos campos que aún están encarcelados, según las estimaciones, de 80.000 a 120.000 personas. Además hay que entender que a todos nosotros no nos gustaría contar la parte más oscura de nuestras vidas y que Shin se atrevió a hacerla a través de su historia personal desafiando a un régimen que no cumple los aspectos más básicos de los derechos humanos.
Descubrir la verdad es complicado en un lugar donde sus mandatarios no facilitan investigar lo que ocurre ahí. Estamos hablando de un sitio donde ni siquiera la libertad de circulación en su propio territorio se ha de tener un permiso especial y los que han nacido fuera de la capital difícilmente tendrán un permiso para acceder a ella durante el resto de sus vidas. Me gustaría decir que en el fondo de todo este asunto es el régimen quien tiene la "gran" culpa y parece que está utilizando cualquier medio posible para frenar a sus detractores más feroces como Shin. Quiero destacar su valentía de haber dicho una gran parte de la verdad de Corea del Norte. Por mi parte, que no se preocupe que tiene mi perdón. El diario de Corea del Norte