En una Declaración final presentada esta mañana en Madrid, la Asamblea General –que celebró sus sesiones entre los días 28 y 30 de enero en El Escorial—recuerda “la obligación de los poderes públicos de aumentar los recursos de los servicios sociales para las personas más vulnerables”. Y alerta, al mismo tiempo, “que la acción de ayuda que podemos realizar desde Cáritas tiene unos límites que ya están superados y que, dado el recorte en los recursos públicos, lo serán aún más”.Esta denuncia ha sido formulada esta mañana en Madrid por el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, durante una rueda de prensa celebrada en la sede de la institución. Esta cita informativa ha contado también con la presencia del obispo secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, quien ha hecha entrega personal mente al presidente de Cáritas, Rafael del Rio, de un donativo por importe de 4 millones de euros aprobado por la Asamblea Plenaria del episcopado el pasado mes de noviembre. Este es el tercer año consecutivo que la Conferencia Episcopal decide donar un porcentaje de su Fondo Común Interdiocesano a los programas de respuesta a la crisis desarrollados por las distintas Cáritas Diocesana a lo largo de todo el país. La cantidad entregada esta mañana a Cáritas duplica la concedida el año anterior.Como ha señalado monseñor Martínez Camino, “se trata de un pequeño gesto que queremos que sea entendido como signo y estímulo para la generosidad de las personas que colaboran con Cáritas, y como una llamada a que siga incrementándose la generosidad y la colaboración” con esta institución. “Cáritas –recordó— es la Iglesia en su función y servicio de solidaridad cristiana. No es una ONG al uso, sino la Iglesia misma que ejerce la caridad”.Compromiso de toda la Iglesia con los más desfavorecidosTanto el presidente como el secretario general de Cáritas expresaron su agradecimiento a monseñor Martínez Camino por la presencia en la sede de la institución y por “el significado profundo de un acto con el que mostramos de manera simbólica que más que nunca la Iglesia entera está comprometida con nuestros hermanos más humildes y que la opción preferencial por los más pobres, que brota del Evangelio”.En su intervención, Sebastián Mora, además de incidir en los temas más destacados de la Declaración final, aportó algunos datos que hablan con elocuencia de la gravedad de la actual situación, como el que representa que el número de hogares con todos sus miembros activos en paro se sitúe ya 1.328.000., que la tasa de paro juvenil esté próximo al 50 %, que el índice de pobreza relativa esté en el 20,8% y que pobreza infantil afecta a uno de cada cuatro niños.Recortes en los sistemas públicos de protección social“Esta realidad –aseguró el secretario general de Cáritas-- se ve agravada por los recortes en la protección social, no sólo a nivel estatal sino en las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, que afectan directamente a la atención social de las personas y colectivos más vulnerables y al incremento del número de personas que vienen derivadas de los servicios sociales municipales a nuestros proyectos”.Se refirió, asimismo, al descenso de partidas en la Ayuda Oficial al Desarrollo, con lo que “parece que la solidaridad de las Administraciones públicas con los países del Sur sólo es posible en tiempos de bonanza económica”.Cumplimiento del Pacto de Estado contra la PobrezaEn ese sentido, reclamó a las Administraciones públicas, por una parte, el cumplimiento de los acuerdos refrendados en el Pacto de Estado contra la Pobreza firmado el 19 de diciembre de 2007 y, por otra, la firma de un Acuerdo Marco “por la inclusión social y el empleo de los excluidos más vulnerables”, que contemple la participación de todos los actores sociales.El voluntariado, inherente al modelo de actuar de CáritasSebastián Mora concluyó su intervención en la rueda de prensa con una referencia explícita a la mención que la Asamblea General de Cáritas ha hecho sobre el tema del voluntariado con motivo del Año Europeo del voluntariado que se celebra en 2011. “Para Cáritas –afirmó-- el voluntariado es parte inherente de su actuar, ya que somos una organización sustentada por voluntarios y voluntarias, tanto en el vértice de la organización con un presidente voluntario como en la base de la misma el voluntariado es savia viva de nuestro proceder”. Y “si en dos años Cáritas ha doblado el número de personas atendidas en Atención primaria ha sido gracias al ingente compromiso de los voluntarios y voluntarias”, añadió.Con relación a la cita del próximo verano en Madrid con motivo de la Jornada Mundial de al Juventud, el secretario general indicó que ese encuentro representa “una esperanza para poder mostrar Cáritas a los jóvenes como un camino de compromiso profundo y con sentido”. “La JMJ –concluyó-- será un elemento muy importante para esta oportunidad de ofrecer a los jóvenes el compromiso con los más pobres como misión y vocación eclesial”.
DECLARACIÓN FINAL
57ª Asamblea General de Cáritas Española“El Espíritu del Señor está sobre mí (…). Me ha enviado para anunciarla libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertada los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4, 16-21)
Reunidos en El Escorial en el marco de la 67º Asamblea General de Cáritas Española, los representantes de las Cáritas Diocesanas de todo el país y de las instituciones confederadas a Cáritas hacemos pública nuestra seria preocupación ante la evolución del impacto de la crisis en nuestro trabajo diario.Constatamos que en los dos últimos años se han duplicado el número de solicitudes atendidas en nuestros Servicios de Acogida y Atención primaria. Esta realidad supone un auténtico reto para la misión cotidiana desarrollada por nuestras Cáritas y cada uno de nuestros agentes, que multiplican sus esfuerzos para atender las demandas de un número creciente de personas expuestas a unas condiciones de precariedad agudizadas por el exceso de endeudamiento de numerosas familias y los drásticos efectos del desempleo sobre muchos conciudadanos.Esta realidad se ve agravada por la escasa respuesta de los servicios públicos, la aplicación de nuevos recortes sociales y el insuficiente alcance de las políticas sociales a la hora de atender los derechos básicos de los ciudadanos más golpeados por la crisis económica.Por ello, ante el creciente aumento de las necesidades sociales que desde los primeros síntomas de la crisis Cáritas viene poniendo de relieve a través de nuestro Observatorio de la Realidad Social, insistimos en la obligación de los poderes públicos de aumentar los recursos de los servicios sociales para las personas más vulnerables, al tiempo que reiteramos con rotundidad que la acción de ayuda que podemos realizar desde Cáritas tiene unos límites que ya están superados y que, dado el recorte en los recursos públicos, lo serán aún más.Desde esta Asamblea reafirmamos nuestra voluntad de seguir atentos a la evolución social para reclamar a las Administraciones unas soluciones a la crisis económica que no conlleven recortes sociales en detrimento de las personas excluidas, como ha sucedido con el PRODI (Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción). Instamos, además, a avanzar de forma efectiva hacia un sistema de garantía de ingresos mínimos de inserción y a evitar la anunciada reducción en los recursos del Plan Concertado.Reiteramos la dimensión internacional del compromiso de Cáritas en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, cuando queda atrás el 2010, una Año contra la Pobreza y la Exclusión en el que se ha alcanzado el escandaloso récord de 1.020 millones de personas que sufren hambre en todo el mundo.Convencidos de que la Ayuda al Desarrollo no es sólo un lujo para los tiempos de bonanza, sino una obligación basada en la justicia de la que dependen muchos procesos de desarrollo que pueden verse dramáticamente interrumpidos, denunciamos los recortes producidos enla Ayuda Oficial al Desarrollo y reafirmamos nuestra voluntad de presionar a todas las Administraciones públicas para que se cumplan los compromisos adquiridos.Apostamos por una economía a escala humana, inspirada por auténticos objetivos sociales y sostenibles, que esté al servicio de la construcción de una sociedad más justa y cohesionada. Instamos a los Estados miembros de la U.E. a trabajar en esa dirección dentro de la Estrategia “Europa 2020” y a dar pasos efectivos hacia una auténtica justicia social.Apelamos al conjunto de la sociedad a trabajar sin pausa en la transformación de un modelo como el actual, donde todo queda subordinado a los puros indicadores económicos y de crecimiento, y la persona deja de ser principio, sujeto y fin de todas las instituciones sociales. Llamamos a todos los ciudadanos a sumar esfuerzos a favor de un marco de convivencia donde la diversidad cultural sea un elemento enriquecedor, alejado de toda actitud xenófoba y racista, y a rechazar cualquier medida que suponga una restricción en el acceso a los derechos sociales de las personas migrantes, y que limite su participación en la construcción de la sociedad.Esta invitación nos parece especialmente urgente en 2011, Año Europeo del Voluntariado, en el que desde Cáritas, junto a nuestro reconocimiento a la participación gratuita de tantas personas que se suman a la construcción de una sociedad más justa desde la cercanía y el encuentro con las realidades de pobreza y exclusión de su entorno más inmediato, reafirmamos nuestra visión del voluntariado como expresión de una comunidad que asume su responsabilidad ante los hermanos.Confiamos en que la oportunidad de este Año Europeo no quede en la mera celebración, sino que nos permita fortalecer la misión del voluntariado como eje dinamizador de una sociedad alternativa, más acogedora, más comunitaria y más accesible, sobre todo para tantos últimos y no atendidos en esta coyuntura especialmente grave.Al finalizar nuestra Asamblea General, dirigimos un llamamiento a la responsabilidad de todos ante las próximas elecciones autonómicas y locales. Y convocamos a los grupos políticos para que, por una parte, propongan, asuman y cumplan los compromisos indispensables que permitan solucionar los efectos sociales de la crisis, en concreto los que se recogen en el Pacto de Estado contra la Pobreza firmado el 19 de diciembre de 2007, y, por otra, suscriban un Acuerdo Marco “por la inclusión social y el empleo de los excluidos más vulnerables”, que contemple la participación de todos los actores sociales.El Escorial, 30 de enero de 2011.