Revista Salud y Bienestar

Desde el otro lado de la Medicina: ¡Falta empatía!

Por Mariajosehe @Herraiz_MJ

Desde el otro lado de la Medicina: ¡Falta empatía!

Empatía (según la RAE): Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.

Desde que empecé en la Facultad de Medicina mi carrera son muchas las cosas que han cambiado, una de ellas es que ahora para hacer Medicina tienes que haber sido el “empollón” de la clase desde P3, dada la nota de corte necesaria para entrar en ella.

Hoy los estudiantes de Medicina son los que mejores notas han sacado, en un plan de enseñanza que deja mucho que desear.

Hace unos años (antes del numerus clausus), los que más nos habíamos preocupado por nuestros compañeros de clase, los que los defendíamos ante lo que considerábamos injusticias, etc, nos decantábamos por carreras humanistas, entre ellas la Medicina, por su labor humanitaria ante las enfermedades.

Puede que sea por esto…o puede que no, pero desde que he pasado a ser paciente a tiempo completo, me he avergonzado de muchos de mis colegas, que se debieron dejar su empatía entre las largas horas de estudio.

Desde el otro lado de la Medicina: ¡Falta empatía¡

Nadie quiere un médico que sólo cure su enfermedad, más en el caso (como es el mío) de que nunca podrá hacerlo, ya que todavía hay muchas enfermedades crónicas e invalidantes para las que no se conoce un tratamiento que revierta, controle sus efectos y las haga desaparecer.

Queremos un médico que vea delante suyo a una persona con una enfermedad que le ha cambiado la vida por completo y que necesita algo más que pastillas y operaciones.

En mis muchos pasos por el hospital he encontrado a esos grandes PROFESIONALES (así, con mayúsculas) entre enfermeras, auxiliares, limpiadoras, camilleros y en algún médico que, generalmente, rondaba o pasaba la cuarentena…

Desde el otro lado de la Medicina: ¡Falta empatía!

Por poner sólo un ejemplo: La cirujana que me operó de urgencia una perforación de intestino, provocada por uno de los tratamientos para mi artritis, lo primero que me dijo cuando pasó visita por primera vez en la habitación (compartida, por supuesto), tras 4 días en cuidados intermedios, es que la recuperación dependía de mí, que ya me podía levantar (con una laparotomía medía, una colostomía de regalo y múltiples drenajes) y pasear pasillo arriba, pasillo abajo, sin parar durante horas…¿Qué había pasado con mi artritis que no me permitía caminar más de 100 metros sin que se me saltaran las lágrimas y necesitara después dos días para recuperarme? ¿Había desaparecido durante la intervención?, pues no, por supuesto, lo que pasaba es que para ella la paciente de la 112 había sido intervenida de una perforación intestinal y punto, si se había leído mi historial o no, nunca lo sabré…

Desde el otro lado de la Medicina: ¡Falta empatía!

Y ahí no queda la cosa, claro, los familiares que la han oído, quieren que hagas lo que la “especialista” ha dicho y, por más que les digas que ya te gustaría caminar, pero que hace años que no puedes hacerlo y en este momento estás en peores condiciones, más asustada que antes, no te hacen ni caso: la especialista manda…

Menos mal que luego siempre aparece ese médico con vocación, que te coge la mano y te mira a los ojos y te explica que, dentro de lo que puedas, te muevas, que es lo mejor para ti y que él entiende lo que estás pasando y que todo saldrá bien…

O esa enfermera que te dice: no le hagas caso, es una amargada, tú tranquila que ya verás como poco a poco vas a poder ir haciéndolo y aquí estoy yo para ayudarte en todo lo que necesites (explicación de cómo mirar y cuidar mi colostomía sin desmayarme, incluida).

Y a profesionales como a los que he descrito en los últimos párrafos es a los que yo, como paciente, necesito y, como médico, con los que me identifico.

Una asignatura que deberían estudiar con más ahínco en la facultad: ¡la empatía!

Desde el otro lado de la Medicina Falta empatía!


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