Desde esta parte del Patio: ¿Quién? (II)

Publicado el 31 enero 2011 por Cosechadel66

Tercera parte de la reflexión sobre contenidos e Internet, en forma de continuación de respuestas a la segunda pregunta de las 5: ¿Quienes son los “jugadores” de esta partida sobre contenidos en la red? Si no sabes de que va, te recomiendo que leas el post “Desde esta parte del Patio: ¿Qué?“.

Consumidores

Se está dando a entender, al menos en Twitter, que la mayoría de consumidores están del lado de los que piden que la Ley Sinde no salga adelante y a favor de que no se cierren las webs de descargas. La verdad es que es una afirmación hecha con mucha valentía. Al igual que la de utilizar “internauta” de manera generalizada como sinónimo de uno de los “bandos”. De momento, internauta es todo aquel que utiliza Internet. Puede ser para leer el periódico, utilizar una Red social, comprar algún producto, consultar… o todas ellas a la vez. Hay 27 millones de Internautas en España. La ministra Sinde es internauta, Alex de la Iglesia es Internauta, yo soy internauta. De estos internautas, sólo 10 millones, ni siquiera el 50%, tiene perfil en facebook. En cuanto a Twitter, la cifra se reduce a unos 800.000. ¿De verdad se puede titular: los internautas contra la Ley Sinde? ¿De verdad se puede decir alegremente que este tema “la mayoría” está en contra del gobierno? Ojo, no digo que no sea así. Digo que antes de alzar la bandera por alguien y de pretender hablar en su nombre es necesario algo más que unos cuantos Rts en cualquier red social. Desde ese punto de vista, tiene significativamente más importancia el hecho de que tres grupos políticos que representan (por votos, no lo olvidemos) el 88 por ciento de la cámara hayan sacado una ley adelante. Y a ellos les podemos no votar. A los que dicen representarnos de la otra manera… no. Atendiendo sólo a la repercusión, mi libro se vendería casi tanto como el de Pérez Reverte. Y va a ser que no. Aun así, es evidente que se puede notar un cierto “malestar popular” en contra de la industria del ocio y de los creadores profesionales, que se extiende a las instituciones a causa de la defensa que hace de ambos. Por un lado, a nadie le gusta que le insulten o criminalicen tan alegremente como lo hacen desde ciertos sitios. Por otro, es de primero de marketing que una de las palabras más poderosas del mundo de la venta es “Gratis”. Si está al alcance y no hay posibilidad de represalia… se coge. El acto es anterior a la excusa, o suele serlo en una parte importante de las veces. Pero también es cierto que las descargas pueden ser una respuesta a ciertas actitudes de creadores, industria e instituciones. Creo que en realidad, la mayor parte de los consumidores, fuera de redes sociales, lo que está es a la espera.

Instituciones

Si hay alguien que parece no saber por donde viene ningún tiro, esas son las instituciones. De un lado, el Gobierno ve como uno de sus más importantes apoyos, los “artistas” o “creadores profesionales” le piden la devolución de favores. Su excesiva politización como colectivo facilito ese apoyo, y ahora quieren que se les respete y se les responda de igual manera. Por otro, un medio en el que apenas había empezado a meter la cabeza, como son las Redes Sociales, parece rechazarles de plano, al menos en cuanto a repercusión de las protestas dentro de esas redes. Es como si llegasen a un pueblo que apenas conocieran, y ya al llegar tuvieran todo el pueblo lleno de pintadas en su contra. Pero tampoco sabe, o piensa, o cree (vaya usted a saber) si esa respuesta se puede extrapolar a una mayoría de la población. Lo que sabe y es cuantificable es a la presión que le somete una industria, tanto nacional como extranjera, y unos creadores que, en cierto modo, son un activo muy importante de su “arsenal” electoral. Del otro lado, las presiones son importantes, pero más bien parecen reacciones personales de una parte de la Red. Y son esas reacciones personales las que pretende contestar, no realizar un análisis profundo de lo que supone la Red en cuanto a los contenidos, la cultura o la industria. Existe un Ministerio de Cultura que obvia de manera peligrosa el potencial de futuro para su labor que tiene la red. Y creo que deberían ver que eso no tiene marcha atrás. Con descargas o sin ellas, el futuro de la cultura y de los productos culturales está en la Red. Y el gobierno y las instituciones aun no se han dado cuenta de que el pueblo al que han llegado no funciona de la misma manera que el resto de pueblos. No basta con llegar y dar un mitín o un paseo “a besar niños”, o reunirse con las “fuerzas vivas”. Hace falta plantarse en el medio de la Plaza y tirarse escuchando a la mayoría de gente posible el tiempo necesario. Hacen falta paciencia y humildad. Hace falta, y nunca mejor dicho, cambiar el chip.

Empresarios de Internet

El pueblo del que antes hablábamos bien podía estar situado en el Oeste, en el Far-West de las películas de John Wayne. Un lugar en el que los primeros que llegaron se quedaron con las mejores tierras, plantaron sus vacas, sus casas y sus Saloon y no tienen la menor intención de moverse o de cambiar las reglas del juego, les parezcan justas o no a quien llegué de nuevo. Son la “élite”, la “biutiful pipol” de Internet. Los que el Dominical de El País aciagamente título como “Los amos de Internet” en un número que a buen seguro ocupará las estanterías o paredes de más de uno. Son el frente más activo y ruidoso frente a la posición de la industria y los creadores. A pesar de desarrollar su trabajo en el ámbito de una Red abierta, se trata de un grupo bastante cerrado. La mayor parte de los contenidos que gestiona proceden de esos dos grupos. En mi opinión, su temor no es tanto, en contra de lo que pueda parecer por sus declaraciones, que se produzca un menoscabo de las libertades, sino que el menoscabo vaya a sus bolsillos. Este último temor, además de factible, es completamente legítimo. Si la industria tradicional del ocio entra a saco en Internet, con todos sus contenidos controlados…  adios a las vacas, digo a los negocios. Su capacidad de diálogo se limita al aplauso cuando alguien les da la razón, y el grado de exageración es tal que han llegado a comparar España con Irak o China. Puede que yo no comparta muchas de las decisiones de mi gobierno, pero la principal prueba de que España no es ninguno de esos dos países es que pueden escribir eso sin que les silencien. En ese grupo no sólo hay empresarios como tales. Hay mucha ente relacionada con ellos, como abogados, escritores o creadores. Pero, por ejemplo, ser abogado de una de las partes tampoco es que te de mucha legitimidad a la hora de abordar un diálogo. Tu obligación es con tus clientes, y nada más (ni nada menos). Ser un “personaje” de la red que saca tajada en forma de repercusión tampoco es que ayude. Creo que confunden “repercusión” en un medio como la Red, que por otra parte controlan de manera bastante efectiva, con “representatividad”, que es una cosa bien distinta, sobre todo si se trata de “negociar” una ley.

Ojo, no todos los empresarios de Internet, ni los creadores que están y usan la red piensan como ellos, por mucho que parezca lo contrario. En todo esto hay gente que defiende las mismas cosas con distintas motivaciones. Pero es importante sabee cuales son estas últimas. Todos creen tener razón, y probablemente, todos la tengan -la tengamos- en parte. Pero es indiscutible que el diálogo es, más que nunca, absolutamente necesario.

Sólo una última cosa. Creo que es necesario puntualizar que creo que los Medios de Comunicación tradicionales se pueden englobar perfectamente como parte de la Industria. Los grandes medios están incluidos en Grupos empresariales, como Prisa, que controlan una parte importante de contenidos. Es importante puntualizarlo porque en algunos casos la información que viene sobre este tema puede estar sesgada por este hecho.

Y bien, vamos llegando…. lo próximo será el “¿Cómo?”

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