“La comunidad internacional”.
El cocinero convoco al ternero, al lechón, al avestruz, a la cabra, al venado, al pollo, al pato, a la liebre, al conejo, a la perdiz, al pavo, a la paloma, al faisán, a la merluza, a la sardina, al bacalao, al atún, al pulpo, al camarón, al calamar y hasta al cangrejo y la tortuga, que fueron los últimos en llegar.
Y cuando estuvieron todos, el cocinero explicó:
__Los he reunido para preguntarles, con que salsa quieren ser comidos.
Entonces, alguno de los invitados dijo:
__ Yo no quiero ser comido de ninguna manera.
El cocinero dio por finalizada la reunión.” (Eduardo Galeano, Los hijos de los días)
En las últimas seis cumbres falto el Caimán, precisamente no fue invitado porque hubiera dicho “Yo no quiero ser comido de ninguna manera.” Cuando las pasadas cumbres se llevaron a cabo bajo la sombra del tío Sam, los países de nuestra América eran cocinados a su antojo. Ahora el tío mando a su representante, una sombra llamada Barak Obama.
El viejo Caimán tuvo que pedirle disculpas al ser humano Barack, pero no al imperio que representa, por comprometerlo, al contarle al mundo las penurias que ha hecho sufrir a su pueblo el bloqueo económico que por más de cincuenta años se ha aplicado a la antilla mayor.
Mencionó los actos terroristas que ha sufrido la isla en múltiples ocasiones, cuyos autores intelectuales y materiales caminan campantes bajo las alas del Águila. Una revolución sólida que es acosada es una revolución que crece se fortalece y se contagia, se le oyó decir al presidente de Cuba.
No pudieron doblarla ni romperla, y ahora el ave roja llega a la Séptima Cumbre fortalecida. Santos el presidente de Colombia anfitrión de la sexta Cumbre dijo en aquella ocasión, “ni una cumbre más, sin Cuba” y elogió a los panameños lo atinado del logo de la cumbre reciente, una ave azul recibiendo a una ave roja.
Barak Obama ha tenido la iniciativa de normalizar las relaciones con la isla, los que siempre le buscan tres pies al gato han sentenciado: como no pudieron vencerlos con el bloqueo, cambian de estrategia, infectarán de consumismo a los pobres isleños. Recordemos las palabras de Laocoonte frente al maravilloso “regalo”, el caballo de Madera después de diez años de bloqueo a Troya: “No os fieis del caballo, Teucros sea lo que fuere, temo a los Danaos hasta cuando traen presentes.”(1)
Tal vez la firma de un tratado de libre comercio, aventuran, como el que firmaron con México sería la solución para los del norte para vulnerar la revolución Cubana.
Otros países están tomando el sendero de la segunda y definitiva independencia, como lo dijo puntualmente el jóven presidente de Ecuador, Rafael Correa en su discurso magistral, admiran en la república de Cuba lo que están construyendo en sus propias repúblicas recién renombradas, la Bolivariana de Venezuela, estado plurinacional de Bolivia, y otras más cuyos presidentes fueron guerrilleros como Daniel Ortega, Pepe Mujica, Vilma, Salvador Sánchez Cerén, o presidentes en funciones quienes fueron torturados por las dictaduras de los setentas, Kichner de Argentina y Bachelett de Chile.
Cómo no iban a hablar delante del presidente imperial, del oprobio y los crímenes y recordarle la historia de la infamia en Nuestra América, de las dictaduras apoyadas y auspiciadas por el país del norte.
La sombra Obama se levantó y se fue antes de que pronunciara palabra Nicolás Maduro. Hizo bien, difícilmente hubiera podido mantener su rostro imperturbable por más tiempo, no hubiera podido sostenerle la mirada a ese otro obrero que llegó al poder en la tierra que vio nacer al Libertador.
Después de saberse culposo por culpable no obstante las consideraciones que tuvo con él, el viejo Caimán. Cómplice de los acontecimientos golpistas de los últimos años contra Maduro, optó por mantener “el decoro” huyendo.
Todos los hermanos presidentes de las repúblicas americanas, que se tratan de compañeros tal vez en honor al compañero presidente Salvador Allende; hablaron de la historia de la tierra patria de Nuestra América, también Nicolás Maduro, por razones de espacio no glosaremos aquí su discurso donde menciona los 3000 muertos del caracazo, los 4000 de Chorrillo en Panamá etc. , solo señalaremos la denuncia contundente del presidente obrero sobre como la embajada norteamericana en su país prepara todos los días un golpe de estado.
Obama llegó diciendo en la cumbre que Venezuela no es un peligro para Estados Unidos, ni Estados Unidos un peligro para Venezuela, pero del imperio señaló Nicolas, no hay que confiar ni un “tantico así” como decía el Che, derogue el decreto que recién firmo presidente Obama, donde se alerta a los halcones del pentágono que Venezuela se ha vuelto un problema de seguridad nacional para Estados Unidos, para empezar a creerle, un repudio universal pide que se elimine ese funesto decreto, 13 millones de firmas fueron puestas sobre la mesa de la delegación norteamericana repudiando el acoso.
Nicolás dijo al final de su discurso rectifiquen ese error de origen, y reconozcan la revolución socialista del siglo XXI que se está llevando en el suelo soberano de Venezuela.
Desmantelen la máquina de guerra que tienen al interior de la embajada norteamericana en Caracas, donde les dan cuerda y recursos a los adversarios políticos del régimen, sigue diciendo Maduro, tenemos pruebas de que desde ahí se está atentando contra la vida del presidente de la República Soberana Bolivariana de Venezuela.
“Tengo las pruebas, me quedo callado, me hago el loco, miro para otro lado…” Por ahí andan los conspiradores, en Nueva York, Carlos Osuna implicado en la adquisición del Tucano que iba a bombardear Miraflores o en Miami los personeros que apuestan en concursos televisivos cual sería el arma más adecuada para asesinarme, ¿por qué se permite eso señor Obama?
Deberán entender termina diciendo Nicolas Maduro, que no solo estamos en una época de cambios, sino más bien en un cambio de época como viene diciendo Rafael Correa.
Posdata: Escuchen los discursos de los presidentes que acudieron a la Séptima Cumbre de las Américas en http://www.radiomorena.org o http://www.elcuervodelsur.com
(1)La Eneida de Virgilio Editorial Porrua “Sepan cuantos…” 147. Colaboración especial para LatinPress®. http://www.latinpress.es