Desde que cerraron megaupload...

Publicado el 24 enero 2012 por Siempreenmedio @Siempreblog

#desdeQueCerraronMegaupload mi vida no es que haya cambiado sustancialmente, pero estoy un poco más alicaído, triste, cabiznajo,…

#desdeQueCerraronMegaupload me encuentro más nervioso, porque ahora tendré que remover cielo y tierra para ver los últimos capítulos de The Big Bang Theory en inglés, porque Sheldom me tiene prendido (platónicamente)

#desdeQueCerraronMegaupload sigo haciendo el amor con mi chica, eso no me lo quita ni una bomba de 5000 kilos de ántrax

#desdeQueCerraronMegaupload estoy más indignado por este asqueroso sistema político permite a un cuerpo policial nacional (FBI) detener a un ciudadano extranjero en el extranjero bajo las pautas de una ley que no está ni siquiera aprobada.

Y desde luego, lo que no he hecho #desdeQueCerraronMegaupload es ir al cine como han osado decir hoy en muchos medios. Vamos no me jodan, al precio que están las entradas, dosifico mis visitas más que las del urólogo.

Ya habló hace unos días araphant del creador de Megaupload y de este sistema, una plataforma que permite compartir archivos, pero que no los sube directamente. No voy a meterme en aguas pantanosas (y menos después de lo que están diciendo de esta web y de su propietario multimillonario), pero realmente no me importa.

No me importa porque estamos cazando pájaros a escopetazo limpio. Porque creo que todos (o buena parte) de los que creemos en la grandeza de internet, y de la libertad de compartir cultura o lo que queramos, no enarbolamos la bandera del “todo gratis”, o “a los autores ni agua” A los profesionales hay que remunerarles, y muy bien. Son currantes que ponen su tiempo, su alma y su hígado en sus obras. Y por eso hay que recompensarlos. Una vez, no diez mil, nadie tiene por qué seguir cobrando de una obra que compuso 10 años antes y por la que ya ha sido compensado.

El problema es que no se cómo hacerlo. No se cómo buscar el equilibrio entre una cosa y la otra. Y tiene que existir. Porque internet es imparable, forma parte de nuestra vida, pero no sabemos dominarlo, sus lagunas nos pueden, sus recovecos han conseguido que cometamos mil errores.

Y lo que más me toca la moral es que me acusen de apoyar a los “piratas”, sin tener en cuenta lo que soy. Soy autor, y quiero que se me pague por ello. Pero no voy a seguir nutriendo a una industria de mierda, caduca, que se queda con el 70% de los beneficios de la mayoría de los autores. ¿Quieren culpables? Pues ahí tienen.

Hay que remodelar el mercado. No buscar enemigos donde no los hay. Criminales donde no los hay. Y víctimas donde nos las hay.

¡Ah! Y cómo me jode que ningún gobierno del mundo haya pedido cuentas a la administración Obama de una acción que sí ha sido ilegal. Bueno, por tener sueños y ser utópico aún no me van a detener.

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