Twitter ha creado una extraña relación de amor conmigo este verano. Mi preferida entre todas las redes (o no redes, como insisten algunos, porque a la profesión aún le falta unificar denominaciones y criterios), es a la que dedico más atenciones, aunque Klout me castigue por ello. Puedo imaginar que ha sido por celos, puesto que Google+ y Pinterest empiezan a robarme también el corazón.
El caso es que he podido ver con orgullo cómo seducía a los alumnos de formación en Social Media en Seeway, que ha sido intensa este julio. Cuando descubren cómo buscar usuarios interesantes, cómo interactuar con ellos y para qué utilizarlo, se llevan el reto de hacerlo suyo con provecho. También en el Coaching 2.0 con la Associació de Directives, Empresaries i Professionals del Valles (Ade Vallés), con quienes me presto voluntariamente a compartir mi experiencia para que encuentren la forma de estar en las redes con eficiencia pese a su escaso tiempo.
Twitter también es real
Pero además, mi participación en la conversación virtual sobre BDigital Global Congress #bdgc2012 me ha hecho ganadora de una Tablet Fujitsu a la que voy a dedicar en vacaciones el tiempo que se merece. Seguida a los pocos días por ser de nuevo ganadora, del libro “Twitter” de Dani Gámez, en su sorteo twittero. A final de mes, mi cifra de seguidores alcanza los 3.000, un número extraño que no deja de danzar desde entonces.
Así que aprovecho su generosidad para recoger personalmente el libro “Twitter” de Dani Gámez y conocer a otro amante twittero, con el que nos tomamos un té junto a la plaça Sant Jaume.