Desde Venezuela. Leopoldo Puchi: Enfoque.

Publicado el 28 septiembre 2015 por Joseantoniomedina1234

Flash Rojo
CLARO QUE TODO PAÍS tiene que tener una Fuerza Armada bien equipada. Pero el anuncio de compra de nuevos Sukhoi no cuadra con el momento. Y menos si en este caso el objetivo es combatir las avionetas del narcotráfico.
Para este fin, lo más adecuado es utilizar un equipo más maniobrable, por ejemplo los Yak-130 o los Embraer-145, de menor costo.
EN QUITO SE ACORDÓ que se iba a llegar a un acuerdo. Habría que ver cómo se concreta. ¿El Gobierno venezolano abrirá las fronteras aunque siga el mercado negro de las casas de cambio y se autorice el contrabando? ¿Bogotá preferirá que sigan cerradas, aunque se perjudique el intercambio legal?
Flash Negro
EN EL DOCUMENTO DE LA MUD sobre la reunión de Quito no se menciona ni en una línea el paramilitarismo, ni el contrabando, ni el mercado negro. Simplemente se asume la posición de Bogotá. Y hasta se llega a proponer que las políticas macroeconómicas de nuestro país sean decididas de manera “bilateral”. Inexcusable.
LA DECISIÓN DE LA CIDH sobre RCTV no tiene vida en la actualidad, pero en un futuro pudiera colocar en un aprieto a un posible presidente opositor, que habría perdido la capacidad de negociar con ese grupo económico su reintegro a la política nacional. Quizás la sentencia fue acelerada pensando en que “pronto vendrá la transición”.
Desde la Sala Situacional
Humanismo cristiano
Durante años, el Vaticano consideró al comunismo como su principal adversario, no tanto por el autoritarismo, con el cual sabía convivir, sino por otras razones como la resistencia a los cambios sociales muy arraigada en la curia.
Pero también hay que apuntar otro elemento más consistente y válido: los sistemas comunistas aplicaron una versión extrema del republicanismo laico, al establecer el ateísmo de Estado.
La situación del mundo de hoy ya no es esa, el tipo de ateísmo propio de la versión ideológica que imperó en países como Albania o la Unión Soviética ya no es una amenaza, sino un asunto del pasado.
De hecho, las diferentes corrientes socialistas en la actualidad, radicales o moderadas, no son ateas ni se plantean restricciones a la libertad de culto. Al contrario, sus proyectos de sociedad hunden sus raíces doctrinarias en el cristianismo.
En este momento, la amenaza de la fe se encuentra visiblemente en otro campo, el del materialismo capitalista, que somete al ser humano a la lógica única de la búsqueda de ganancias.
El Papa Francisco ha mostrado con su prédica que las claves del presente siglo no se encuentran en las pautas de la lucha entre ateísmo comunista y el Vaticano durante el siglo XX, ni de la racionalidad de la guerra fría. Que la amenaza a Dios proviene del sistema social vigente en el planeta, en el que priva una “concepción economicista de la sociedad que busca el beneficio egoísta más allá de los parámetros de la justicia social”.
Se trata de un modelo que, al decir del Papa, “instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas”, y en el que “el afán de poder y de tener no conoce límites”.
Los grupos neoliberales y de derecha obviamente no están de acuerdo con el Papa. De este modo, representantes de esas corrientes como Ricardo Haussman, de la universidad de Harvard, han contratacado señalando que el sufrimiento de los pobres no es consecuencia del “desenfreno del capitalismo” sino de los intentos por modificarlo o controlarlo.
A parecer, una parte importante de los dirigentes de la Conferencia Episcopal Venezolana tampoco está de acuerdo con la visión de Francisco.
Tal vez no les agrada que haya dicho: “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!”. En todo caso es raro escuchar aquí, en capillas o catedrales, una voz de aliento al mensaje del Papa, y las pocas referencias que se hacen se limitan al solo aspecto ambientalista. Se acata, pero no se cumple.
El Socialismo en la Historia
Jeremy Corbyn
El laborismo británico ha hecho historia con la elección de su nuevo líder, que viene a ponerle fin al elitismo dominante del ala derecha del partido dirigida por Tony Blair, que había abandonado la socialdemocracia, se había mimetizado con los conservadores y adoptado la ideología liberal.
La elección de Jeremy Corbyn, de 67 años, ha sido una sorpresa. Se pensó que era una candidatura simbólica, porque la política se ha venido reduciendo al mercadeo y las encuestas. Pocos se dieron cuenta de la insatisfacción subterránea de una juventud cansada de las políticas de austeridad y hastiada de la falta de integridad de la dirigencia política.
Su elección corresponde a la renovación que en el Mediterráneo representan Podemos y Syriza, es decir el movimiento que se opone a que se continúe haciendo pagar la crisis a los más pobres y que plantea que se retomen los programas sociales y se aumenten los impuestos a los más ricos.
Pero además de sus posiciones políticas, Corbyn tiene una cualidad que pocos poseen: tiene convicciones, ha mantenido sus ideales socialistas por décadas sin renegar de ellos y ha atravesado el desierto sin dobleces. Y, como se sabe, Dios concede la victoria a la constancia. elepuchi@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®. http://www.latinpress.es