Para que se termine el fraude electoral en México, con su amplio abanico de trampas (financiación ilegal, compra de medios de comunicación, compra de votos, amenazas, uso de recursos públicos…) es necesario que la ciudadanía agote su paciencia. Eso es lo que significa #yosoy132 en México: el aviso ciudadano de que el verdadero fin del PRI y su cultura política, queafecta a todos los partidos e instituciones del país, se está terminando.
El PRI perdió la oportunidad de reinventarse cuando perdió las elecciones de 2000. Hoy regresa con las mismas estructuras y los mismos comportamientos. Aún peor: sin memoria alguna de lo que significó su origen revolucionario. Un PRI teñido de telenovela neoliberal. Y qué decir del PAN, que traicionó la opción de cambio en 2000 con Fox y después volvió a traicionar, de manera doble, robando las elecciones de 2006 y luego repitiendo errores, desastres y mentiras que han costado la vida a más de 60.000 mexicanas y mexicanos.
Las fuerzas de cambio empiezan a caminar con un horizonte compartido. Seguramente queda mucho trecho, pero López Obrador, el zapatismo, el sindicalismo honesto, los movimientos sociales, los maestros no rendidos a la dictadura de Elba Esther Gordillo, el movimiento #yosoy132 van a encontrarse en una necesidad común.
En 1939, México recibió con los brazos abiertos al exilio republicano español que huía de la barbarie fascista. Todo lo que hagamos apoyando a la democracia verdadera mexicana siempre será poco en comparación con aquel gesto de Lázaro Cárdenas apoyado por su pueblo. La lucha, aprendimos hace tiempo, es una.