Se trata de un teatro foro que busca generar un diálogo social que nos haga conscientes de las relaciones de poder y opresión que rodean nuestra sociedad, eminentemente patriarcal, donde el diálogo y la colaboración de todos se hace imprescindible para romper esta situación que nos rodea cada día.
Una obra realizada por mujeres que se compone de pequeñas escenas que representan situaciones reales donde la mujer se ve reprimida en su vida cotidiana de forma casi inconsciente hasta obligarla a ponerse una máscara que oculte sus verdaderas necesidades para verse sometida a lo que la sociedad espera de ella, perdiendo su individualismo, ilusiones o, incluso, su propia fuerza vital.
Así planteado parece una visión desesperanzada de la mujer dentro de la sociedad, pero nada más lejos de la realidad ya que tras la interpretación de la obra se da paso a la colaboración de los asistentes para cambiar estos momentos, permitiendo que el público ocupe el lugar de los actores en las escenas para mostrar otra forma de dialogar y actuar ante estas situaciones que ocurren, por desgracia, a todas las edades. En este punto cabe destacar la profesionalidad de las actrices capaces de improvisar ante este cambio de actitud en las escenas, manteniendo la fortaleza de sus personajes anclados en esos valores que anulan al individuo por parte de ambos géneros para mostrar la dificultad que supone decidir cambiar esto y conseguir cambiar nuestras vidas.
Se trata de una obra que trata de tomar conciencia social, realizando juegos que hagan visible los problemas y emociones a los que nos abocan estas relaciones de poder, permitiendo al público expresar su punto de vista ante cada situación para poder analizarla de forma más objetiva, en un intento por lograr un cambio a través del esfuerzo diario para conseguir, al fin y al cabo, una sociedad más sana.
Es una obra que recomiendo encarecidamente, tanto para hombres como para mujeres, porque pasarás un muy buen rato y cuando salgas de allí te darás cuenta de que no solamente has visto una obra que se queda en el asiento del teatro, sino que te la llevarás inconscientemente a casa y te hará crecer como persona. Si te da miedo participar activamente no te preocupes, no estás obligado, aunque al final resulta difícil mantenerse callado y no querer formar parte de lo que se construye en la sala.
Si quieres saber donde estarán próximamente o contratar a la compañía para la obra visita su página web y ponte en contacto.