El fósil del animal apareció en 2012 cuando paleontólogos del Museo de Historia Natural de Londres excavaban en un yacimiento del Atlas marroquí. El esqueleto había desaparecido por completo con el paso del tiempo, pero su forma estaba bien definida en los sedimentos. Cuando estaba vivo, la Tierra estaba dominada por el supercontinente Gondwana, en el período conocido como la explosión del Cámbrico, un período durante el cual surgieron todas y cada una de las variedades de seres vivientes que, millones de años después, desembocarían en la diversidad biológica actual.
El cuerpo en espiral de la criatura, que parece muy distinto del de las modernas estrellas de mar, puede decir mucho sobre la evolución de los equinodermos. El Helicocystis moroccoensis era capaz de expandir y contraer su forma de cigarro, de tal forma que a veces parecía más ancho y bajo y otras, más largo y delgado, según explican los investigadores a LiveScience.