Desesperación

Publicado el 30 marzo 2014 por Siempreenmedio @Siempreblog

Ponga usted que vive en un país africano, concretamente del África subsahariana.

Ponga usted que habita en una de esas grandes urbes caóticas o en una zona rural de Etiopía, Zambia o Nigeria, por mencionar algunos de esos países.

Imagine que el entorno que le rodea es una familia a la que las condiciones climatológicas y el gobierno corrupto de turno no les permite comer todos los días, no hablemos ya de ir a un médico o a una escuela.

Ponga que la situación política en su país está tan podrida que ni siquiera puede valorarla con parámetros occidentales porque los derechos humanos son una entelequia. Añada a eso que el mundo ‘civilizado’ no va a mover un dedo por ustedes porque no hay petróleo, oro, uranio o fuente de riqueza parecida que lo merezca.

Imagine la desesperación que supone saber que, si no hace algo, el resto de su vida estará marcada por el hambre y la miseria. Si no hace algo sabe que no tiene futuro o, peor aún, que su futuro será como el de las personas que tiene a su alrededor.

Si es usted capaz de imaginarlo entenderá que cientos, miles de personas intenten a diario y a costa de arriesgar sus vidas, atravesar un continente andando, ser estafadas por las mafias, hacerse profundas heridas con las cuchillas instaladas en las vallas de la frontera melillense o incluso pasar horas encaramadas a una farola pensando que todo eso es preferible a la vuelta al infierno del que han salido.