Desfachatez

Publicado el 16 marzo 2013 por Anarod
Al tener noticia de lo que está sucediendo en el ayuntamiento de Ponferrada, pensé: ¡Qué desfachatez!.
María Moliner define el término como "desahogo, cinismo, descaro , desvergüenza o frescura: cualidad o comportamiento del que obra sin preocuparse de si lo que hace es lícito o no".
Todo el fin de semana han ido apareciendo más detalles sobre el asunto, que se presta a múltiples reflexiones, desde las más elementales (ya que nadie ha olvidado el caso Nevenka, y el asco que la sola imagen del acosador nos producía, ejemplo perfecto del más rancio especimen de macho ibérico), como que el desfachato atropello  se produzca alrededor del 8 de marzo, Día de la Mujer, hasta otras que fácilmente supondréis.

 De entre todas las reacciones y sensaciones, destaco el envenenamiento que  producía leer las declaraciones del nuevo y flamante alcalde, el sociolisto  Folgueral (bueno, ya no: ha abandonado el PSOE),  recogidas en El País (11 de marzo de 2013, pág. 11) y referidas al plan B de Ferraz-Rubalcaba, asegurando el total acuerdo con la operación, si bien atendiendo a las formas. Dice el susodicho:
"Ellos estaban por la idea de hacer ingeniería. Pretendían que yo dimitiera de alcalde y dejara a alguien en funciones. Entonces se convocaría un pleno para que entrara un nuevo edil [el sustituto del dimitido Ismael Álvarez]. Y a partir de ahí una nueva votación en la que yo volvería a ser elegido."
Es decir, ninguna repugnancia ni rechazo de la operación... siempre y cuando aparentase ser otra cosa...
¡la imagen! (¡la marca!)
Los detesto ilimitadamente cuando apelan a la necesidad o conveniencia de... ¡Seguimos en pleno siglo XVI!