Desfiladero de la yecla

Por Orlando Tunnermann

DESFILADERO DE LA YECLAWWW.EL-REINO-DE-VERBANIA.BLOGSPOT.COM


Me pasa con frecuencia cuando viajo, que cuando visito los típicos enclaves y puntos calientes turísticos, estos resultan ser tan sólo una porción incompleta de todo lo que tiene que ofrecerme el nuevo desafío aventurero que me traigo entre manos. Los bucaneros buscaban tesoros, mercancías intercambiables. Yo busco recuerdos para atrapar en mi maravillosa NIKON D-80 y por ende, en mi álbum de fotos memorístico. Hay que pasar siempre por la Oficina de Turismo y preguntar sin rodeos, desnudar ese pedazo de tierra inexplorado, abrirle las entrañas y ver qué diantres hay tras las costillas. Eso viene a ser básicamente el desfiladero de La Yecla; un tesoro inexplorado de camino a Santo Domingo de Silos. Hemos dejado aparcado en la cuneta el Ford Focus, que es más viejecito que la primera edición del “Un, dos, tres” (un tanto exagerado yo) pero que va como una flecha, para penetrar en una senda estrechísima engullida literalmente entre dos montañas. El paisaje es idílico y a simple vista puedes ver cómo planean sobre tu cabeza las aves rapaces.
DATOS DE INTERÉS
EL CAÑÓN TIENE 100 METROS DE ALTURA Y ESTÁ SURCADO POR EL ARROYO EL HELECHAL


En ocasiones, por magro que seas, tendréis que pasar en fila india. El camino es bonito, tiene un punto de aventura y lo puede hacer todo el mundo, desde ancianos a niños. Además, está bien asfaltado y hay una pasarela para evitar caídas al vacío. Que no cunda el pánico. 




Es más peligroso caminar por la Gran Vía de Madrid que por aquí. Si te pasa como a mí, que convivo a diario con dosis ingentes de ansiedad y estarme quieto como un tótem más de diez minutos es tarea imposible, adorarás el sonido del silencio y del goteo constante del agua que cae sobre el lecho de un arroyo casi insignificante.ORLANDO TÜNNERMANN