GUERRILLERO
Un día partiste.
Recuerdo tu beso y tu adiós.
Al partir dijiste: espérame.
Un día regresaste pero no a mí,
ya habías logrado tu doble objetivo:
eras libre,
también de mi amor,
habías recuperado la patria
y una chavala allá en los cuarteles
de la ciudad
y yo ilusionada te esperaba
guerrillero.
Cony Pacheco.