Desideratas

Publicado el 30 enero 2011 por Mario
Me resulta pintoresca la tendencia de los humanos de creer en el poder de los deseos. Me asombro, como se asombraba Kant de nuestra natural propensión a la metafísica.
Una relación viciada, una crisis persistente, una depresión profunda... todo parece poder resolverse a golpe de deseo. Los psicoterapeutas nos aconsejan practicar el pensamiento positivo. Sin embargo, el deseo por si mismo de nada sirve: solo funciona como combustible en el motor de la acción.