Llevo varios días que no me apetece hablar ni escribir de fútbol o mejor dicho de nuestro Atleti.
Los que me seguís en este blog sabéis o percibís que soy muy optimista con nuestro equipo, en seguido me vengo arriba y os animo a venir al Calderón, a apoyar a nuestro equipo a luchar juntos, a tener ilusión… pero mi ilusión se quedó en mi butaca en el último partido contra el Real Madrid. No sé analizar este partido futbolísticamente, me puede la pasión y en donde otros vieron una buena primera parte y un juego digno, yo solo ví falta de fe, jugadores que se escondieron y profesionales con miedo.
Vivir un derbi en el Vicente Calderón es algo diferente, un espectáculo en si mismo. Es la máxima expresión del apoyo incondicional. En donde nadie da un céntimo por nosotros, la afición se vuelca, acude al campo varias horas antes, canta, salta, grita y apoya hasta morir. Hinchas del Real Madrid reconocen que es algo que se escapa de lo normal y que es una bonita expresión de amor hacia unos colores, hacia un club, hacia una historia...
Con un 1-4 no se puede discutir la superioridad del rival o en concreto de un jugador, Cristiano Ronaldo, cuya calidad se desdibuja por su exceso de ego y protagonismo. Si lo analizo frívolamente, el encuentro fue un mano a mano entre el portugués y nuestro portero Courtois, decantándose claramente por el primero, ya que el Belga creo que aun está tomando “tranquimacin”. El peor día para tener su peor partido. Entre los otros 20 jugadores de campo creo que hubo un empate de juego mediocre, con destellos por los dos bandos pero poco más.
El Atleti se fue del partido cuando empatamos. De manera inexplicable bajamos los brazos, le dimos la pelota al Madrid y dejamos de jugar al fútbol para ponernos a rezar para que el colegiado pitara el final del partido, pero aún quedaba un mundo por jugar y cuando a los blancos les das tanto tiempo para hacer lo que quieran se acabó y es ahí cuando se me fue la ilusión, porque estaba seguro que los rojiblancos iban a luchar hasta el último minuto sin descanso aunque las fuerzas se hubieran consumido pero es evidente que me equivoqué.
Hay tres jugadores que me dejaron especialmente tocado. Courtois que como os he dicho parece que en los partidos importantes se disuelve como un azucarillo. Godín, que ahora le ha dado por hacer penaltys absurdos que nos llevan a la derrota y Ardá Turán que aún estoy esperando verle tocar un balón en condiciones.
Todo se ha puesto muy difícil y el bajón anímico de la grada es más que evidente. En un rato jugamos contra el Rayo en Vallecas, en donde es imprescindible ganar para jugar el año que viene la Europa League porque de la Champions ni hablamos, eso es para otros cuya historia y palmarés es menor que el nuestro, como Málaga, Levante y Osasuna, pero cuyos dirigentes han hecho las cosas bien al principio de la temporada, pero hoy no es día para entrar en esto…
Este jueves, gran enfrentamiento contra el Valencia por un puesto en la final de Bucarest, pero la cosa no pinta bien y no tanto porque el Valencia me de miedo, hoy ha perdido 4-0 contra el Espanyol, sino porque este Atleti se va por el desagüe. Esta vez vais a tener que ser vosotros los que me deis ánimos a mí, porque a mí ya no me quedan ganas.