Desinflando cifras sobre alcaldes indepes

Publicado el 27 julio 2019 por Manuhermon @manuhermon

En las escalinatas de la Generalitat el 10 de Octubre de 2017, día que proclamaron la República Catalana, aparecen unos 200 alcaldes en señal de aclamación a los parlamentarios independentistas; a Bruselas para apoyar a Puigdemont, acudieron unos 200 alcaldes a manifestarse. En Cataluña puede que sean unos 750 alcaldes/ayuntamientos quienes apoyan la independencia. Deberían prestar atención a las cifras de población que hay detrás; escribí en ‘Desinflando cifras en torno a los alcaldes independentistas’: 
Con datos de las elecciones municipales de 2015, la cifra global de 7 ciudades gobernadas por el PSC, cuyos censos electorales soportan los siguientes números redondeados: Hospitalet de Llobregat, 175.000; Terrassa, 153.000; Lleida, 93.000; Tarragona, 90.000; Mataró, 86.000; Santa Coloma, 79.000; Cornellá, 62.000; dichas ciudades suman un censo electoral de unos 750.000 habitantes mientras que 195.253 individuos es la suma del cuerpo electoral de 540 pueblos de Cataluña, pueblos cuyo censo electoral está por debajo de 1.000 habitantes cada uno, en los cuales obtuvieron amplias mayorías, tanto en las elecciones autonómicas JuntsxSI, o partidos equivalentes en las municipales, y la CUP. 
De la totalidad de 947 municipios/alcaldes en las elecciones de 2015, CiU sumó 437 alcaldías, ERC 259 y la CUP 19. Más de un 46% de alcaldes logró CiU, pero si vemos los resultados generales solo obtuvo un 21.5% de los votos. La totalidad del censo electoral catalán llega a casi 5.376.600 electores. Con 669.781 votantes a CiU, éstos lograron 3.336 concejales, mientras que los segundos en votos con 531.388, obtuvieron 1.278 concejales, fue el PSC. Los socialistas lograron menos de la mitad de concejales que CiU con cien mil votos menos, les votaron un 17.06 % contra un 21.5% a CiU, cuatro puntos porcentuales menos en votos, les cuesta sesenta y dos puntos porcentuales en concejalías. Los terceros en número de votos fueron ERC, lograron 510.080 votos y 2.380 concejales. Esto es, ERC obtuvo veinte mil votos menos que el PSC, pero lograron casi el doble de concejales que los socialistas. Dicho de otra manera a CiU le cuesta cada concejal 200 votos, mientras al PSC le cuestan 415 votos cada concejal, más del doble. De lo anterior se deduce que una gran suma de alcaldes manifestándose puede manejar un peso simbólico exageradamente mentiroso respecto a la realidad de los catalanes, puede ser equivalente en cuanto a representación a bastantes menos electores que los que representen un alcalde, o dos, de grandes ciudades del cinturón barcelonés. 
La distribución de población es importante para comprender el proceso de secesión y sus apoyos. Con datos de 2017, en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB, unos 36 pueblos) vive un 43% de la población catalana, unos 3.250.000 habitantes, siendo la importancia del independentismo en esta zona bastante inferior a la Cataluña interior. Si consideramos toda la Región Metropolitana de Barcelona (RMB) la población pasa a ser superior a los 5 millones de habitantes, lo que representa dos tercios de la totalidad de los 7.560.000 de catalanes. De los 946 municipios que existen en Cataluña, 482, casi la mitad, tienen menos de 1.000 habitantes, y suman en su totalidad menos de 194.000 habitantes, menos del 2.6%. Añadan que otros 261 municipios cuentan con entre 1.000 y 5.000 habitantes, lo cual supone la existencia de 743 municipios pequeños, que tienen una población por debajo de 5.000 habitantes cada uno, en los que las presiones sobre individuos realizadas por caciques, mafiosos o fascistas pueden ser fácilmente realizadas. Así que piensen no solo en aquellos que salen en las fotos agitando sus bastones, sino también en los cientos de vecinos apaleados por esos bastones. 
Un pueblo en marcha por la independencia, no parece encajar con el AMB de Barcelona y sus grandes poblaciones, quizás pudiera acercarse más para los 500 pueblos pequeños, en los que fácilmente pueden nacer sin oposición grupos independentistas que monopolizarán ayuntamientos ejerciendo el caciquismo con permisos, licencias, puestos de trabajo, vendiendo favores; esos lugares semivacíos que históricamente fueron cuna del rancio tradicionalismo, del carlismo y hoy lo son del independentismo.