La Sección de Intereses de los Estados Unidos (SINA) en La Habana recibe invariablemente permisos de viajes fuera de la capital para visitar a presos estadounidenses y cubanos naturalizados que
cumplen sanción en cualquier lugar de Cuba, aseguró aquí Josefina Vidal, directora de Estados Unidos de la Cancillería.
Según precisó en una declaración, en los últimos meses, funcionarios norteamericanos, incluyendo el propio jefe de la SINA, han podido realizar accesos consulares en las provincias de Matanzas, Artemisa, Mayabeque, Ciego de Ávila y Camaguey, ubicadas en el occidente y centro de la isla.
"No sabemos de qué reciprocidad se está hablando, pues todos los permisos de viaje para visitas consulares de la SINA se han autorizado sin excepción", advirtió.
El pasado miércoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba denunció que Washington denegada de manera reiterada los accesos consulares a René González, uno de los cinco antiterroristas condenados en el país norteño.
A raíz de ese pronunciamiento, un funcionario del Departamento de Estado admitió a la agencia española EFE -en condición de anonimato- tal accionar, y lo atribuyó a que "los cubanos no nos dejan viajar fuera de La Habana sin autorización previa, por lo que respondemos con la misma restricción aquí".
Señaló además que René González puede viajar a Washington para reunirse con los funcionarios cubanos si los responsables de su libertad vigilada lo permiten.
Al respecto, Vidal explicó que las autoridades norteamericanas han denegado al antiterrorista sus recientes solicitudes para salir fuera del área donde cumple su sanción adicional, que lo mantiene injustamente alejado de su esposa. La directiva de la Cancillería cubana ratificó la denuncia por la imposibilidad de que desde septiembre de 2012 René reciba visitas consulares, en violación de las obligaciones de Estados Unidos ante la Convención de Viena sobre este particular.
El antiterrorista fue detenido en 1998 junto a Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González por su seguimiento a grupos violentos que desde Miami organizan planes contra la isla, como los que han dejado casi tres mil 400 muertos y más de dos mil lesionados. En octubre de 2011, después de cumplir su condena, René fue obligado a permanecer en Estados Unidos bajo libertad supervisada por tres años, lo cual activistas, defensores de los derechos humanos y juristas consideran un castigo adicional. |PL