Desmontando las «deepfakes» con ojo crítico

Publicado el 05 julio 2024 por Joragtor

En la era de la información, donde la imagen y el sonido tienen un poder innegable, surge una nueva amenaza: los deepfakes. Estas noticias, vídeos, etc. manipulados mediante inteligencia artificial, o no, son capaces de superponer el rostro y la voz de una persona en otro vídeo. Por ello, suponen un desafío para la veracidad de la información.

¿Cómo detectar los deepfakes?

Afortunadamente, existen pistas que nos pueden delatar la presencia de deepfakes. Toma nota de algunos indicadores a los que prestar atención y evita difundir bulos y mentiras.

1. Incoherencias en el rostro

  • Movimientos bruscos o antinaturales: Observa si hay movimientos repentinos o distorsiones en la cara, especialmente en la zona del cuello y la boca.
  • Desajustes en la iluminación y las sombras: Presta atención a las sombras faciales y al brillo de la piel. Si detectas incoherencias o zonas borrosas, podría ser una señal de manipulación.
  • Parpadeo excesivo o desincronizado: Los deepfakes suelen tener problemas para replicar el parpadeo natural del ojo humano. Observa si hay parpadeos asimétricos o si no coinciden con el ritmo del habla.

2. Desajustes en el audio:

  • Sincronización deficiente: Fíjate si el movimiento de los labios coincide con las palabras que se pronuncian. Desajustes en la sincronía pueden indicar manipulación.
  • Voz artificial o robótica: La tecnología deepfakes aún no logra replicar a la perfección la voz humana. Escucha atentamente si el tono, la fluidez o la entonación de la voz suenan extraños o artificiales.
  • Ruidos o interferencias inusuales: Presta atención a la calidad del audio. Si detectas ruidos de fondo excesivos o interferencias que no cuadran con el entorno, podría ser una señal de manipulación.

3. Metadatos y contexto:

  • Fecha y origen del vídeo: Investiga la fecha de publicación del vídeo y la fuente de donde proviene. Si la información no está clara o parece sospechosa, desconfía del contenido.
  • Consistencia con otras fuentes: Compara la información del vídeo con otras fuentes confiables sobre el mismo tema. Si hay incoherencias o falta de corroboración, es posible que se trate de un deepfake.
  • Reputación del autor: Investiga la reputación del autor del vídeo o la plataforma donde se ha publicado. Si no hay información clara o si se trata de fuentes poco confiables, procede con cautela.

4. Herramientas de detección:

Existen herramientas online y software especializado en la detección de deepfakes. Aunque no son infalibles, pueden ser un complemento útil para el análisis crítico del contenido audiovisual.

Fuente: incibe.es

Después de estos pequeños trucos para detectar las deepfakes, recuerda ser siempre crítico con la información que consumes. No compartas contenido sin antes verificarlo y consulta fuentes confiables. Puedes buscar información en medios de comunicación reconocidos y sitios web oficiales, para eso, Internet si es un buen aliado.

En un mundo donde la desinformación prolifera, la responsabilidad recae en cada uno de nosotros para ser consumidores críticos de la información. Desarrollando un ojo crítico y utilizando las herramientas disponibles, podemos combatir la propagación de deepfakes y defender la veracidad en la era digital.

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