Raine Miller
Suma de letras
16/01/2013
224 Pág.
15€
1º de la trilogía Blackstone
Ethan Blackstone es un hombre rico, sexy y protector. Dirige su propia compañía de seguridad privada y está inmerso en la organización de los Juegos Olímpicos 2012.
Brynne Bennet es una chica americana con un pasado que la aterroriza y por el que recibe tratamiento psicológico. Vive en Londres, donde intenta empezar de nuevo mientras compagina sus estudios de arte con su trabajo como modelo. Ambos se encuentran de manera fortuita en una exposición de fotografía en la que ella participa. Entre los dos surge de inmediato una atracción magnética que los acerca de forma peligrosa.
Ya hace unos meses que hice propósito de no leer más erótica pero a la vista está que soy incapaz de cumplir nada relacionado con la lectura.
A mi favor diré que caí en Desnuda porque es una novela bastante corta, aunque por lo que he podido comprobar no por ello buena.
No me voy a extender demasiado en esta reseña porque no hay demasiado que contar.
Desnuda me ha parecido otra novela más calcada a Cincuenta sombras de Grey.
Cuando nos encontramos con una mujer apocada, tímida y que se sonroja porque un hombre rico, poderoso, manipulador y posesivo se fija en ella puede colar.
Cuando son diez libros con el mismo patrón de protagonistas ya la cosa cansa, harta, es insoportable y hasta me pone de mala leche.
Como en toda novela erótica la tensión sexual y el sexo en si son parte fundamental de la historia. Si a eso le sumamos, como he dicho, unos protagonistas iguales pues estamos leyendo lo mismo en distintos escenarios del mundo.
Por si esto fuera poco tenemos a una protagonista con un pasado un poco torturado ¿a qué nos suena esto?, pues si, otra vez lo mismo.
A pesar de ser una novela bastante corta me ha costado bastante leerla. Si nada más empezar me encuentro con el protagonista Ethan que no para de decirle a Brynne "¿Has comido? ¿Cuánto hace que no comes? Tienes que comer, ahora. No te he visto comer. Come, come come come..."
¡Dios! Estoy cansada, cansada de unos protagonistas tan jodidamente posesivos, obsesivos y entrometidos. Y de unas protagonistas con tan poca personalidad que cuando le dicen come abre la boca. Más aún si tenemos en cuenta que ha conocido al personaje en cuestión media hora antes.
Me hubiera gustado que la novela fuera diferente y no dudo que no la haya disfrutado más porque estoy muy cansada del género y de novelas calcadas.
No voy a decir que no leeré más erótica porque es obvio que no lo voy a cumplir. Pero si diré que en cuanto vea que el protagonista, rico, guapísimo y posesivo le diga a la protagonista que coma cerraré el libro.