OKUPAS, esa plaga de indeseables que va a más gracias a ciertas políticas y leyes que no se entienden, ahora tiene un enemigo que está demostrando ser bastante eficaz: DESOKUPA; una empresa que se dedica a liberar inmuebles okupados y que más de una organización ha denunciado ya.
DESOKUPA, acusada de violación de derechos fundamentales
Es evidente que estas asociaciones que promueven la okupación tienen la cara muy dura. Acusar de violar los derechos fundamentales cuando previamente han okupado una propiedad que no es suya. ¿Por dónde se han pasado ellos los derechos de los propietarios si hasta tienen publicado un MANUAL DE OKUPACIÓN?
Anuncio de DESOKUPA:
Empresa especializada en desempleos de pisos ocupados a la fuerza y sin contrato de alquiler, métodos legales, en menos de 72 h recuperamos la vivienda, a toda la península. Eficacia en más del 90 por ciento de los casos.Desarrollan su actividad principalmente en Barcelona y dicen estar desbordados de peticiones ¿Cómo no iban a estarlo?
Posiblemente actúen muy en el borde de la ley, pero ¿qué hacen los okupas? La indefensión del propietario es tal que se entiende a la perfección que aparezcan este tipo de «soluciones».
Lo que dice de su servicio el representante de DESOKUPA:
El perfil curricular de los empleados de DESOKUPA se adivina con facilidad.
«Nosotros no entramos en las viviendas ni arrastramos a la gente a la calle. Nuestro formato es montar un control de acceso a una propiedad privada mediante un contrato firmado con el propietario. El cliente nos tiene que demostrar que es propietario de ese inmueble y que ha sido ocupado por la fuerza. Comprobado eso, nos acercamos a la vivienda con las escrituras en la mano, muchas veces junto al propietario, y negociamos la salida de los okupas. Si no se avienen a negociar, entonces instalamos un operativo de control de acceso a esa vivienda con varios integrantes, todos con titulación en control de acceso, y nos limitamos a controlar la entrada las 24 horas. Eso les provoca tal incomodidad que, al final, acceden a negociar una compensación económica por su marcha, bajo la advertencia de que, si un día la vivienda se queda vacía, no podrán volver a entrar y se irán a la calle por cero euros. Si en algún momento la situación se tensa, llamamos a la policía, nunca usamos la fuerza».
Precio del servicio: entre 3.000 y 8.000 euros.
A mí me parece bien la iniciativa, ¿qué quieren que les diga?
Ramón Cerdá