Despachante de goles

Publicado el 07 octubre 2013 por Santiago Tuñez

El chico de la tapa del lunes no fantaseaba con estar envuelto en la camiseta de Boca. Tampoco con cambiar el destino de una pelota y silenciar a 60 mil hinchas de River. Apenas si perforaba redes para cristalizar el sueño de su papá. Su ilusión verdadera estaba en los libros. “Quería estudiar, formarme, no tomaba el fútbol como una profesión, ni mucho menos. Un amigo me propuso estudiar para ser despachante de aduana. Fui tres años, pero abandoné porque no me daban los horarios”, recordó Emanuel Gigliotti, tiempo atrás, en una entrevista con el diario Olé. Hoy, al contemplar los diarios y los canales de televisión, agradecerá haberse atado los botines y aportado todo a la redonda. El goleador que cocinó sus definiciones en Lamadrid trepó la escalera al cielo del fútbol. Pasó por Argentinos, All Boys, Novara, Atlético Tucumán, San Lorenzo y Colón. Y el salto grande lo llevó a Boca, donde su currículum destaca cuatro goles en diez partidos. El último, sin dudas, fue el broche de su camino a la gloria. El festejo eterno del “burro con suerte dentro del área”, tal como suele definirse Gigliotti. El hombre que ya no sueña con despachar productos. Ahora, en definitiva, despacha goles.