Desperdiciando tesoros

Por Aceituno

Cada vez tengo más seguidores y la verdad es que me llena de orgullo y satisfacción porque, sinceramente, no me lo esperaba. Lo que yo creía es que mi blog lo iban a leer mis familiares, amigos y algún que otro enfermo de cáncer, pero nunca pensé que traspasaría fronteras y fuese seguido por gente de distintos países que, ni me conocen de nada ni están enfermos.

Según mi psiquiatra, mi psicóloga y mi oncóloga, este blog podría resultar de bastante ayuda a pacientes que se encuentren en mi situación porque supone un canto a la vida, un grito de libertad y de esperanza, una estupenda manera de permanecer en activo tanto de cuerpo como de mente. Además los textos están plagados de ideas positivas, de reflexiones que tienden la mano a la valentía y a la sinceridad y que muestran cómo me las estoy arreglando tanto física como psíquicamente para lidiar con este toro llamado cáncer.  Aunque uno no esté de acuerdo con lo que escribo, es innegable que detrás de ello hay un pensamiento más o menos profundo, una idea trabajada y madurada, producto de una vida plena, variada y casi diría que pintoresca.

Por todo ello es por lo que me siento algo frustrado de que no haya entre los lectores del blog pacientes en la misma situación que yo. O a lo mejor sí los hay pero prefieren mantener el anonimato, puede ser, lo entiendo aunque les diría que por favor se comuniquen conmigo al correo personal ramosaceituno@gmail.com A mí también me serviría de ayuda saber cómo hacen para levantarse cada día, cómo están llevando sus relaciones con sus seres queridos, cómo han hecho para renunciar a sus sueños… en fin, todo lo que supone un palo tan grande como el cáncer.

Por lo demás, hoy os dejo más imágenes de lluvia aunque la primera foto no sé qué es. No lo recuerdo, así de simple. Podría ser pintura en una pared, o la tapa de algo, o… yo qué se. Lo único que sé es que está tomada el mismo día que las otras dos, así que debía estar lloviendo también. Eso tienen en común aunque no lo parezca. Suele suceder también con las personas, incluso con la gente más inesperada resulta que tenemos cosas muy importantes en común y no lo sabíamos. No está de más tomarse un tiempo para averiguarlo no vaya a ser que tengamos a nuestra alma gemela a dos pasos de nosotros y por fijarnos solamente en lo superficial nos perdamos un verdadero tesoro, así que ojito que no están los tiempos como para andar desperdiciando tesoros.