Nos levantamos por la mañana; aseo, vestirnos, desayunar, preparar rápidamente la reunión de primera hora, salir pitando hacia el coche, aguantar el atasco de hora punta, pitidos, voces. Más tiempo del esperado, llamada al despacho para decir que llegas tarde. Cuando consigues llegar caras largas por el retraso, y voces que te hacen sentirte sól@, ...¡y da gracias que te hemos estado esperando!. Y si en este punto nos paramos unos segundos a vernos y escucharnos, sentiremos que nuestro cuerpo está encerrado o mejor dicho al servicio exclusivo de nuestra mente, acciona tal cual lo hace un autómata. Dejamos que sea nuestra mente la que nos diriga y nuestro cuerpo que tiene su propio lenguaje y actividades lo dejamos olvidado.
Es conveniente empezar a tomar cociencia de que mente y cuerpo son sólo uno, y juntos dan un único resultado, nosotros "las personas" que piensan con sus cerebros pero igualmente necesitan de lo físico, del cuerpo, del esqueleto y sus músculos y órganos para llevar a cabo esos pensamientos, sentimientos y emociones. Es el cerebro el que manda las órdenes, pero si no hay un cuerpo físico que las lleve a cabo, no sirve, está incompleto, y por tanto de nada servirá esa orden emitida desde algún punto de nuestro cerebro. Cuando por las mañnas nos despertamos, nuestro cuerpo dialoga con nosotros en el estiramiento, ha estado duermiendo relajadamente, y necesita estirar para accionar, nos está hablando indicándonos que tras un breve calentamiento, estará preparadísimo para accionar en cualquier dirección dada, al igual que proponer nuevas ideas. Nuestro cuerpo dispone también de su propia memoria y autonomía para poder accionar y no depende exclusivamente de la mente. De echo es a través de los movimientos que realizamos a través de acciones dirigidas cuando empezamos un proceso de desarrollo creador. Dejando a nuestro cuerpo expresarse a lo largo y ancho de ese proceso creador, es porque las personas vamos a adquirir más flexibilidad, sensibilidad y expresividad en nosotros mismos.
Las personas tenemos nuestro cuerpo a nuestro servicio, de nosotr@s depende querer despertarlo del sueño en que lo hemos metido, dejándolo en un segundo o tercer plano, válido para las funciones básicas de la vida. O despertarlo para servirnos de él, es como un sirviente fiel y educado, está a la espera de recibir órdenes para poder accionar, y también para poder dejarle crear con total albedrío. Trantando a nuestro cuerpo como uno más de nuestra familia unipersonal, poco a poco iremos adquiriendo confianza en él, pues como miembro nuestro que es él es primero que no quiere hacerse daño, ni enfermar. Un buena escucha de nuestro cuerpo nos va a proporcionar un buen uso de él, abriéndonos el campo de nuevas sensaciones de independencia y libertad, gracias a la confianza y seguridad conseguida en el conocimiento de nuestro cuerpo.
Al despertar a nuestro cuerpo para accionar seremos más creativos, más expresivos, más productivos, y por tanto más rentables, estaremos siempre emitiendo mensajes nuevos, modificando constantemente todo lo formulado y abriendo nuevos posibles, nuevos puede ser. Las empresas que permiten desarrollar la creatividad y expresividad de sus empleados obtienen una mayor rentabilidad en sus productos gracias a disponer de las ventajas que ofrecen las Herramientas creativas para crear Team Building.